Alemania ha decidido confinar de nuevo el país durante los cinco días de la Semana Santa, ante la subida de contagios de coronavirus.
La canciller alemana Ángela Merkel ha comparecido durante la madrugada para anunciar que durante la Semana Santa la movilidad estará desaconsejada y los contactos personales restringidos.
"Desaconsejamos todos los viajes al extranjero, en general todos los viajes que no son estrictamente necesarios", señaló tras la canciller alemana, en una rueda de prensa tras 11 horas de reunión.
Merkel ha destacado la importancia de frenar el virus y no "sobrecargar el sistema sanitario". "Tenemos una nueva pandemia con la propagación de la variante británica", decía mientras apuntaba que esta mutación es "más mortífera, más infecciosa" y provoca convalecencias más prolongadas.
PCR negativo al llegar a Alemania
Ángela Merkel ha anunciado que Alemania obligará a todos los viajeros a presentar un PCR negativo al llegar al país desde cualquier lugar del mundo, aunque no sea considerado zona de riesgo.
Se establece así una "obligación general" de realizarse un test para entrar al país, una medida que sustituye el sistema anterior, en el que sólo las zonas de riesgo implicaban test y cuarentena.