Estados Unidos

La angustia de una joven que sufre tres años de 'deepfakes' porno con su cuerpo: "Ni caminar sola se puede"

El testimonio de Javellana fue vital para aprobar un proyecto de ley que penaliza los deepfakes no consentidos en el Estado de Florida.

Imagen de Sabrina Javellana.

Imagen de Sabrina Javellana.@sabrinajavellana

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Sabrina Javellana, comisionada de la ciudad de Hallandale Beach, ubicada en el norte de Miami, Florida, ha sido víctima de numerosos 'deepfakes' en los que aparecía desnuda protagonizando diversas escenas pornográficas.

La política filipino-estadunidense se convirtió en una de las funcionarias electas más jóvenes de la historia de Florida tras ganar un asiento en la comisión municipal de Hallandale Beach en 2018, a los 21 años. A su vez, fue vicealcaldesa de la ciudad en 2019.

Los cargos que ostenta junto a sus opiniones políticas progresistas desembocaron en un gran escrutinio público, con el que se ganó numerosos enemigos y algunas amenazas violentas. Sin embargo, lo peor todavía estaba por llegar; las imágenes personales de Javellana fueron sustraídas y alteradas para convertirlas en un contenido denigrante y explícito.

La mañana del 5 de febrero de 2021, la joven recibió un extraño mensaje que le avisaba acerca de que un usuario, que decía ser su amigo, estaba compartiendo imágenes obscenas de ella y hablando de forma grotesca.

Después de investigar encontró numerosas publicaciones en el foro 4chan. La mayoría de imágenes compartidas eran 'deepfakes' en los que fusionaban sus fotos con las de otra persona para crear una imagen o un vídeo falso.

Según declaraciones dadas por Javellana a 'The New York Times', las imágenes eran versiones manipuladas de sus fotos en las redes sociales y, en su mayoría, iban acompañadas de comentarios misóginos y obscenos.

Secuelas psicológicas

Javellana comenzó a sentir cada vez más miedo. Después de leer comentarios en los que algunos usuarios anónimos le amenazaban con agredirla sexualmente, dejó de caminar sola por las noches y antes de dormir comprobaba tres veces que las puertas y las ventanas estuviesen cerradas. Además, convirtió en privada su cuenta de Instagram y cambió su forma de vestir en los actos con cobertura mediática.

"Sentía que no tenía elección sobre lo que me pasaba a mí o lo que le pasaba a mi cuerpo", confesó en el reportaje realizado por 'The New York Times', y añade: "No tenía ningún control sobre lo único que soy todos los días".

En busca de justicia

Javellana comenzó a investigar acerca de todo lo que estaba sucediendo, buscando en Internet información acerca del intercambio no consentido de imágenes sexuales, más conocido como pornovenganza.

El mismo día que descubrió las imágenes, la comisionada contactó con la Policía, que la remitió a la división de delitos cibernéticos del Departamento de Aplicación de la Ley de Florida. Pasado el tiempo, contactaron con ella para explicarle que no existían leyes federales que prohibieran la creación o difusión de 'deepfakes' explícitos no consensuados.

A su vez, Javellana recurrió a Carrie Goldberg, una abogada conocida por defender los derechos de las víctimas y la privacidad sexual. Sin embargo, tras evaluar el caso, Norma Buster, jefa de personal de Goldberg, le advirtió acerca de que no había mucho que se pudiese hacer, existiendo pocas soluciones legales satisfactorias.

Finalmente, la única solución que le ofrecieron fue escribir una declaración jurada en la que explicase que las imágenes eran falsas.

Un año y medio más tarde

Pasado un año y medio del altercado, Javellana descubrió un proyecto de ley presentado por la senadora Book que penalizaría los 'deepfakes' no consentidos en el Estado. Esta noticia la envalentonó y decidió compartir su historia en X, reconociendo por primera de forma pública su experiencia.

Book contactó inmediatamente con ella y le propuso testificar a favor del proyecto de ley en una audiencia del comité. Finalmente, el 8 de febrero de 2022 testificó durante tres minutos a favor de la S.B. 1798 en Tallahassee, Florida.

El proyecto de ley se aprobó con unanimidad. Sin embargo, pasado un año de que la ley entrara en vigor, Javellana sigue encontrando nuevos hilos e imágenes suyas.

"A esta altura, seguirán apareciendo. Esto no termina. Simplemente tengo que aceptarlo", declaró la afectada.

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