El autor de la matanza de Denver declara ante el juez

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MATANZA EN UN CINE DE EEUU

El asesino de Denver se enfrenta a 24 cargos de homicidio

La pena máxima de estos delitos en Colorado, estado en el que se encuentra, es la muerte. El autor de la masacre también ha sido acusado de intento de asesinato, posesión de explosivos y cargo agravante por crímen violento.

James Holmes, presunto autor del asesinato de doce personas en una sala de cine de Aurora (Colorado), ha sido imputado por la fiscalía con un total de 142 cargos, incluidos 24 cargos de asesinato en primer grado y 116 cargos de intento de asesinato.

Además, la justicia también le imputa un cargo de posesión de artefactos explosivos y un cargo de agravante por crimen violento, según informan los medios estadounidenses. 

Los hechos tuvieron lugar durante el estreno de la película de Bátman "El caballero oscuro. La leyenda renace", en un cine de la localidad de Aurora, a las afueras de Denver.

Según la descripción de la matanza, pertrechado con una máscara de gas y protección antibalas, Holmes irrumpió en el cine mientras se proyectaba el film y la emprendió a tiros contra el público, al que también agredió con bombas de gas lacrimógeno. 

En el tiroteo murieron 12 personas y resultaron heridas otras 58, de las que algunas continúan hospitalizadas en estado grave. Holmes, de 24 años, compareció por primera vez ante el juez con la mirada perdida y actitud ausente a la espera de que se presentaran cargos en su contra.

James Holmes se encontraba en tratamiento psiquíatrico en el momento en el que supuestamente cometió los asesinatos. Días antes de los hechos envió un paquete a su psiquiatra con explicaciones sobre lo que tenía pensado hacer. Dentro contenía material explícito en el que se detallaba el modo de llevar a cabo los asesinatos.

El el momento del registo policial de su domicilio, las autoridades descubrieron que Holmes acumulaba en su vivienda un arsenal, lo que lleva a sospechar que quizás planeara un nuevo ataque.

La magnitud de la tragedia ha hecho que se reabra el debate sobre la posesión de armas en Estados Unidos, además también propició que tras conocerse lo ocurrido, el presidente estadounidense Barack Obama decretara cinco días de luto oficial en el país.

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