El autor de la matanza, identificado como Nordine Amrani, tenía numerosos antecedentes penales.
Amrani fue condenado por un tribunal de Lieja a 48 meses de cárcel en septiembre de 2008 por posesión de cerca de 3.000 plantas de marihuana y a otros 16 meses de prisión por posesión de una decena de armas pesadas y miles de piezas de este tipo de armamento.
Sin embargo, el tribunal de apelación de la ciudad que llevó su caso no pudo confirmar la condena, en marzo de 2009, por un presunto problema técnico, según ha explicado el fiscal general de Lieja, Cédric Visart de Bocarmé, en declaraciones a la agencia Belga.
La ministra del Interior, Joëlle Milquet, ha explicado este martes en que el autor pudo haber actuado como lo hizo por "temor a ser reenviado a prisión" después de que la Policía le citara este mismo día a las 13.30 horas por no respetar las condiciones de su libertad condicional.
Mientras, su abogado Jean-François Dister ha reconocido que notó a Amrani "bastante inquieto" con la idea de poder volver a la cárcel porque tenía reconocida la libertad condicional cuando habló con él poco antes de la masacre y a primera del martes tras recibir la llamada de la Policía.
"Estaba bastante inquiero sobre la posibilidad de volver a la cárcel. Creo que esto es lo que le atormentaba realmente", ha explicado en declaraciones a la cadena francófona RTL-TVI. "Todavía ahora, no comprendo por qué", ha recalcado el letrado.
El Gobierno belga ha acordado acelerar la introducción de "sanciones más duras" para los ciudadanos que estén en posesión de armas pesadas de forma irregular y reforzar el control de las importaciones ilegales de armamento pesado procedentes de países de Europa del Este después de que un joven con antecedentes penales y afición a las armas de asalto provocara una matanza este martes en el centro de Lieja con granadas y un fusil de asalto, matando a tres personas antes de quitarse la vida y dejando otros 125 heridos, en un hecho que ha dejado conmocionado al país entero.