Más de un millón de personas, la mayoría de ellos judíos, murieron confinados en Auschwitz. Un equipo de Antena 3 Noticias ha estado allí con supervivientes y familiares de una historia que estremece.
'El trabajo os hará libres', es el letrero que puede verse a la puerta del campo de concentración de Auschwitz, por la que entraron durante casi cuatro años más de un millón de prisioneros. Les hacían creer que venían a un campo de trabajo pero en realidad era de exterminio.
Las chimeneas de los crematorios, los barracones donde los prisioneros se hacinaban, los edificios donde experimentaban con ellos, todo en Auschwitz recuerda al terror. Antes de quitarles la vida, a los presos les quitaban sus pertenencias: desde gafas hasta prótesis o ropa.
No había piedad, ni siquiera con los niños. Una montaña de zapatos infantiles que se conserva en Auschwitz representa a las decenas de miles de niños que allí fueron exterminados. Más de 200.000 fueron los menores asesinados.
A los adultos más fuertes les hacían trabajar mientras fueran útiles. El barracón de la muerte estaba reservado para las mujeres que no eran consideradas aptas para trabajar.
Las cámaras de gas y los crematorios fueron el destino final de más de un millón de personas. Cuando el ejército soviético liberó Auschwitz encontró montañas de cadáveres y unos pocos miles de supervivientes.