La asistencia masiva de votantes marca una jornada electoral crucial para el futuro de Venezuela

Los venezolanos participan de forma masiva en las elecciones que definirán el presidente para el periodo 2013-2019 en una jornada festiva en la que tanto el presidente Hugo Chávez, como el líder opositor Henrique Capriles, concurrieron a las urnas con prudencia y comprometidos a respetar los resultados.

Desde primeras horas del día cientos de miles de venezolanos formaron largas colas frente a los colegios en medio de la enorme expectativa que han generado estos comicios, aunque los dos aspirantes a dirigir el país durante los próximos seis años tardaron en ir a votar.

Chávez fue el primero en hacerlo, después del mediodía, más de siete horas después de que se abrieran los colegios electorales, acompañado de dos hijas y un nieto. Con chaqueta azul oscuro y una camiseta roja debajo, el presidente venezolano se encontró en el colegio electoral del popular barrio del 23 de Enero en el que habitualmente vota con una particular hinchada de animadores. La Nobel de la Paz guatemalteca, Rigoberta Menchú; el actor estadounidense Danny Glover, la exsenadora colombiana Piedad Córdoba y el periodista hispano-francés Ignacio Ramonet, entre otros, aguardaron a que Chávez votara para saludarlo.

Luego, al responder a los periodistas, el presidente venezolano se mostró taxativo sobre el reconocimiento de los resultados electorales y afirmó que ya sea por "un voto de diferencia o sean tres millones de votos", "los actores políticos responsables" están obligados a reconocer los resultados. "No tengan ustedes la menor duda de que nosotros reconoceremos los resultados sean cuales fueren y de eso hay precedentes", subrayó tras depositar su voto en un colegio del 23 de enero, un barrio popular y tradicionalmente izquierdista del oeste de Caracas.

Defendió la democracia en Venezuela y afirmó una vez más que su proyecto político, que se inició con su victoria en las urnas en 1998, "no depende ya de Chávez" sino que es "un colectivo".

Con camisa blanca, Capriles, abogado de 40 años, activó la máquina de votación alrededor de las 14.37 (19.07 GMT) y tomó la papeleta para, tras darle un beso, depositarla en la urna del colegio Santo Tomás de Villanueva, en el municipio caraqueño de Baruta, del que fue alcalde durante dos períodos.

Inmediatamente después, el líder opositor pasó a responder a los periodistas y resolvió rápidamente el primer interrogante sobre lo que sucederá una vez finalice el proceso de votación. "La primera persona que yo voy a llamar al conocer los resultados es al presidente de la República; los venezolanos estamos dando un ejemplo, los líderes tenemos que dar un ejemplo también", dijo Capriles en una rueda de prensa.

El candidato opositor manifestó que estaba "muy emocionado" y "muy contento". "La elección de hoy es muy divertida, porque es entre invictos", aseguró entre risas, recordando que ni él ni el presidente venezolano han perdido nunca una elección.Luego contó que se había puesto los "zapatos de la suerte", pero afirmó que lo que suceda hoy dependerá de la voluntad de Dios.

La jornada transcurrió prácticamente sin incidentes, salvo unos cuantos delitos electorales (quince para más señas) del tipo de ingerir una papeleta o romperla en el centro de votación, según dijo el general Willmer Barrientos, jefe del Plan República, dispositivo militar de apoyo a los comicios. El jefe militar informó de tres muertes en hechos aislados "que no tienen nada que ver con el proceso electoral".