Durante el mitin en el que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump., ha vuelto a prometer la finalización del muro, este indidente ha interrumpido sus palabras. Después de que la seguridad contuviese a la persona que originó el altercado, el propio Trump preguntaba si todo estaba ok y si todo estaba bien para poder continuar.
Los negociadores de ambos partidos, demócratas y republicanos, anunciaron poco antes de que empezase el mitin
un acuerdo presupuestario tentativo que, según algunas fuentes, incluye unos 1.375 millones de dólares para construir otras 55 millas (unos 88,5 kilómetros) de muro.
Esta cantidad está lejos de los 5.600 millones de dólares que reclamaba
Trump para unas 200 millas (unos 322 kilómetros) y que
provocaron entre diciembre y enero el cierre administrativo más largo de la historia de EE.UU. (35 días).
Ya durante el mitin, Trump dijo a sus seguidores en El Paso que supo del acuerdo antes de salir al escenario, "cuando salía a este escenario, me dijeron, 'se están logrando avances en el comité'. Pero solo para que lo sepáis,
vamos a construir el muro de todas formas", agregó.
Trump eligió El Paso para su primer mitin de 2019 después de la polémica que desató la alusión a esta ciudad fronteriza con la mexicana Ciudad Juárez hecha durante su discurso sobre el Estado de la Unión la semana pasada. Trump afirmó allí que, antes de la construcción del muro entre las dos ciudades entre 2008 y 2009,
El Paso se consideraba "una de las más peligrosas del país" por sus tasas de violencia "extremadamente altas", una afirmación que se demostró falsa.
El alcalde de El Paso, el republicano
Dee Margo, dijo que Trump se equivocó cuando dijo que el crimen disminuyó tras la construcción del muro y que la del presidente fue una "referencia incorrecta".
Trump quiso responder a Margo en el mitin, pero escogió otra fórmula: "No me importa si vuestro alcalde es republicano o demócrata. Son unos mentirosos si dicen que (el muro) no ha hecho una gran diferencia".