Los ataques a los albergues de refugiados se quintuplicaron en Alemania en 2015

Los ataques a albergues de refugiados se quintuplicaron en Alemania en 2015 al alcanzar los 1.031 casos, tras haberse registrado 199 en 2014, según ha informado el ministro de Interior, Thomas de Maizière, al presentar las estadísticas de criminalidad.

Entre esos ataques en 2015 hubo cuatro intentos de homicidio, 60 casos de lesiones personales, 94 ataques incendiarios y ocho con explosivos. "Eso es inaceptable y de ello se están ocupando la Policía y la Justicia", dijo De Maizière.

En general, los delitos motivados políticamente en Alemania han alcanzado el nivel más alto desde 2001, un total de 38.981 casos, lo que representa un aumento del 19,2 % con respecto a 2014. Los delitos con motivación ultraderechista tuvieron un aumento del 34,9%, hasta alcanzar los 22.960 hechos punibles.

"El aumento de la criminalidad con motivación política muestra una polarización de la sociedad"

Del lado de la ultraizquierda, se registraron 9.605 actos delictivos, lo que representa un aumento del 18,3 %. Los delitos de motivación política cometidos por extranjeros, en cambio, bajaron un 20,5 %, hasta quedar en 2.025.

"El aumento de la criminalidad con motivación política muestra una polarización de la sociedad que es preocupante", dijo el ministro. Los delitos violentos dentro de la misma categoría crecieron un 30,7 % en general, un 44,3 % los de motivación ultraderechista y un 34,9% los que vienen de la ultraizquierda.

En 3.007 casos se causaron lesiones personales por motivación política, un aumento del 31,6% con respecto a 2014. Los casos de lesiones personales de motivación de ultraizquierda alcanzaron los 1.354, un aumento del 46,5%, mientras que los de motivación de ultraderecha aumentaron un 30,7%, hasta alcanzar los 1.177.

Mientras los delitos de los ultraderechistas tienen en su mayoría una motivación xenófoba, entre los de la ultraizquierda destacan los hechos violentos contra policías. "Eso también es inaceptable", dijo el ministro. "El Gobierno usa todos los recursos del Estado de derecho contra el racismo, la xenofobia y la violencia, pero también la sociedad entera debe hacer frente a esta radicalización", agregó.