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INVESTIGACIÓN PÚBLICA
Los terroristas del 7-J en Londres planeaban atentar un día antes
En el primer día de la investigación oficial sobre los atentados de 2005, se han conocido detalles como el contenido de las llamadas de los testigos a los servicios de emergencia.
Las 52 personas que perdieron la vida en los atentados del 7 de julio de 2005 contra el sistema de transporte de Londres fueron víctima de una "ola de horror" que las autoridades responsables de las investigaciones consideran "inimaginable", según se ha podido escuchar en la apertura de las investigaciones que deben determinar si pudo haberse evitado el ataque terrorista coordinado.
El abogado Hugo Keith, asesor en la investigación, aseguró que un mensaje enviado por el líder de esa célula terrorista, Mohammad Siqdique Khan, indicaba que éste había abandonado sus planes iniciales de perpetrar los atentados 24 horas antes.
Khan, al parecer, envió un mensaje al terrorista Shehzad Tanweer el 6 de julio en el que le comunicaba que había tenido un "problema grave" por el que no "tendría tiempo", lo que hizo pensar que los atentados se habían programado en un principio para ese día y no para el 7 de julio.
Cuatro islamistas británicos, Mohammad Sidique Khan, de 30 años; Shehzad Tanweer, de 22; Hasib Hussain, de tan sólo 18 años, y Jermaine Lindsay, de 19 años, detonaron bombas caseras en dichos ataques, tres en el metro y una en un autobús, en los peores ataques en Londres después de la Segunda Guerra Mundial.
Este proceso, que llega después de que hayan concluido todos los juicios penales contra los responsables de la masacre, representa el primer examen público a las autoridades, a las que se acusa de conocer de antemano el riesgo de atentado.
La juez de instrucción encargada del caso, Heather Hallet, ha solicitado que se haga pública la mayor parte de la información recabada. "Estudiaré cuidadosamente las necesidades de seguridad nacional", aclaró la persona que determinará el papel de los servicios de seguridad y del MI5 en los ataques.
Después de un minuto de silencio en memoria de las víctimas, el abogado nombrado para estas pesquisas, Hugo Keith, explicó cómo los cuatro suicidas detonaron las bombas contra personas "que simplemente estaban realizando sus quehaceres diarios".
"Las bombas abatieron a hombres y mujeres, ancianos y jóvenes, británicos y extranjeros. No tuvieron en consideración si las víctimas eran cristianas, musulmanes, un seguidor de cualquiera de las otras fes mayoritarias o no era simpatizante de ninguna", lamentó. En su opinión, los suicidas provocaron una "ola de terror" que calificó de "terrible" e "inimaginable".
Keith abogó por que las investigaciones tengan como principal objetivo "los que murieron y sus familias", ya que hasta ahora no ha habido un "examen detallado" sobre las víctimas mortales del 7-J y sus circunstancias personales.
El consejero declaró que aunque el múltiple atentado pretendía atacar de lleno el sistema de transporte público, también es "vital" recordar que "atacó a personas", informó 'The Guardian'.
PROCESO ESPERADO
Familiares de las víctimas y supervivientes se han manifestado desde hace tiempo ante la necesidad de abrir una investigación pública, argumentando que los informes públicos han sido insuficientes, imprecisos y sin ningún objetivo.
Sus demandas han encontrado respuesta después de que se descubriera en los siguientes años a los ataques que dos de los terroristas suicidas estaban siendo vigilados por los servicios de seguridad, pero fueron desestimados como una amenaza significativa. Inmediatamente después de los ataques, las autoridades dijeron que los sospechosos eran desconocidos y que estaban 'limpios'.
Sin embargo, el anterior Gobierno laborista rechazó cualquier investigación pública, argumentando que no había ninguna prueba que confirmase que las señales de alarma se habían ignorado y que supondría una distracción para los servicios de seguridad en un momento en el que el país está en riesgo. Reino Unido se encuentra en el segundo estado de amenaza terrorista, 'severa', calificando un ataque de altamente probable.
Diferentes pruebas aportadas ante el tribunal desde 2005 muestran que Tanweer y el jefe del comando, Khan, fueron fotografiados, grabados y vigilados por operativos de inteligencia varias veces desde comienzos de 2004 en compañía de otros sospechosos que finalmente fueron encarcelados por planear ataques con bombas con fertilizantes.
Sin embargo, un informe del Comité de Seguridad e Inteligencia(ISC) concluyó el pasado año que la agencia de inteligencia MI5 no pudo haber evitado los atentados por que no había recursos para investigar bien a Khan. Ni Tawner ni Khan fueron considerados objetivos "esenciales".
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