Australia sigue cercada por los incendios. La costa este es la más afectada. Las llamas se propagan por extensas masas forestales y los bomberos siguen trabajando para intentar extinguir unos 200 incendios.
Las llamas comenzaron a extenderse a finales de octubre en el sureste del país. Un mes después se han calcinado más de un millón de hectáreas y la solución parece estar aún muy lejos.
Por tercer día consecutivo Sidney se encuentra bajo una espesa nube de humo. El nivel de contaminación es cinco veces superior al considerado como peligroso para respirar. "Tengo la nariz y la garganta irritadas", explica un ciudadano.
En el vecino estado de Victoria la temperatura supera los 40 grados y se ha advertido a miles de residentes que estén preparadas para evacuar. Al menos 30 personas han perdido la vida y cuatrocientas viviendas han sido arrasadas.
Las llamas además, están destruyendo la fauna del país. La cifra de Koalas quemados se acerca a los 400 y son muchos los voluntarios que intentan salvarlos de las llamas. También han perdido la vida centenares canguros, zarigüellas y animales autóctonos de la zona.
El humo, que ha llegado hasta Tasmania, preocupa a las autoridades. Se podrían producir muchos más incendios cuando todavía ni siquiera ha empezado el verano.
