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EN CASOS DE CONTAMINACIÓN DE COMIDA
Australia propone equiparar las condenas por sabotaje a las de financiación del terrorismo, tras el hallazgo de agujas en las fresas
La propuesta elevaría de 10 a 15 años de prisión el delito de sabotaje de alimentos, además se ampliará la definición de sabotaje, que normalmente se refiere a las infraestructuras nacionales, para incluir a los alimentos de consumo humano. También se creará un nuevo delito por "imprudencia". Todo esto se produce a raíz de la crisis desatada por el sabotaje con agujas en las fresas.
El mandatario australiano, Scott Morrison, pidió equiparar las condenas de cárcel por contaminación de comida con las que sancionan la financiación del terrorismo, a raíz de la crisis desatada por el sabotaje con agujas insertadas en las fresas.
"Quien comete un delito por falsificación o robo de propiedad del Estado tiene diez años (de prisión). Quince es la condena por tenencia de pornografía infantil o financiación del terrorismo", dijo Morrison en una rueda de prensa.
La propuesta para que se eleve de 10 a 15 años de prisión por el delito de sabotaje de alimentos, que aprobaría esta semana el Parlamento, pretende enviar un "mensaje muy claro" a los responsables de la crisis originada la semana pasada.
El Ejecutivo australiano también ampliará la definición de sabotaje, que normalmente se refiere a las infraestructuras nacionales, para incluir a los alimentos de consumo humano y que afectará a los actos de gran escala que dañen la "seguridad nacional".
El primer ministro anunció que se creará un nuevo delito por "imprudencia" que se sancionará con un máximo de 10 años de cárcel y en el que no se necesitará demostrar un motivo. La tipificación de este nuevo delito pretende castigar a aquellos que han imitado los actos de sabotaje agrícola.
Morrison, quien les llamó "cobardes", advirtió de que serán perseguidos hasta "meterlos en la cárcel". Las autoridades tienen pendiente dar con el paradero de los responsables de este sabotaje en la complicada cadena de producción en esta industria que genera unos 160 millones australianos (115 millones de dólares estadounidenses/ 98,3 millones euros).
El ministro australiano del Interior, Peter Dutton, escribió en su cuenta Twitter que se han reportado más de cien casos de agujas insertadas en las fresas, la mayoría en el estado de Queensland, donde se cree se produjo el sabotaje, aunque "muchos de ellos" son falsos.
El gobierno australiano informó de que destinará un millón de dólares australianos (718.975 dólares/614.642 euros) para ayudar a los cultivadores de fresas, que equivale a la suma anunciada por el ejecutivo del estado de Queensland el día anterior.
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