A partir de esta semana, los conductores australianos se lo tendrán que pensar al menos dos veces si sacar o no el móvil mientras están al volante. Lo que en países como en España se realiza esporádicamente desde el helicóptero, ahora se hará de manera fija en las carreteras de Australia.
Por primera vez en el mundo, el país oceánico se servirá de decenas de cámaras para detectar cualquier mínima infracción al volante.
De esa manera, las cámaras, que se servirán de la inteligencia artificial, estarán operativas las 24 horas del día en cualquier condición meteorológica.