Un avión que partió este sábado desde Denver, Estados Unidos, con destino a Honolulú, Hawái, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia al sufrir problemas con un motor.
La nave, un Boeing 777-200 operado por United Airlines, tuvo que aterrizar en el aeropuerto internacional de Denver tras detectar una falla en su motor derecho poco después de despegar.
La Policía de Broomfield, una ciudad que forma parte del área metropolitana de Denver, publicó en su cuenta de Twitter que un avión estaba sobrevolando el área por problemas en el motor y que habían caído partes sobre varias zonas.
En una serie de mensajes, la Policía pidió también a los residentes que no tocaran o movieran los trozos que se desprendieron del avión e invitó a los residentes a que reportaran a las autoridades sobre las partes que encontraran en sus casas.
Las imágenes publicadas por la policía en Broomfield, Colorado, mostraron escombros de avión significativos en el suelo, incluido el ceño de un motor esparcido fuera de una casa y lo que parecían ser otras partes en un campo.
Por su parte, Boeing ha asegurado que sus asesores técnicos ayudarán a la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) con su investigación, mientras que United se comprometió a "trabajar con agencias federales que investiguen este incidente".
Las fallas del motor son raras pero son potencialmente peligrosas siempre que las piezas giratorias perforan la carcasa exterior, un evento conocido como falla incontenible del motor.
En febrero de 2018 un Boeing 777 con destino a Honolulu sufrió una falla en el motor cuando un capó se desprendió unos 30 minutos antes de que el avión aterrizara de manera segura. La NTSB determinó que el incidente fue el resultado de una fractura de la hoja del ventilador en toda su longitud.