Según los primeros informes, a solo siete segundos del aterrizaje el piloto al mando intentó aumentar la velocidad y solo un segundo y medio antes, intentó evitar el aterrizaje levantando el vuelo pero el avión iba demasiado bajo y a una velocidad muy escasa, por lo que se acabó estrellando la cola en el malecón de la pista de aterizaje del aeropuerto del san francisco
La empresa apunta a que no se produjo un fallo técnico, aunque se ha sabido que el aeropuerto desconectó por mantenimiento un sistema electrónico de asistencia en aterrizaje. Sin embargo, éste no es esencial, solo se usa en situaciones meteorológicas adversas y muchos aeropuertos ni siquiera lo tienen.
Lo más reseñable es que en un accidente de estas dimensiones, con 291 pasajeros y 16 tripulantes a bordo, solo fallecieran dos personas. Ocho viajeros se encunetran en estado crítico con traumatismos craneales y medio centenar sufre heridas graves. 123 pasajeros salieron ilesos, algunos incluso abandonaron el avión por su propio pie. Muchos de ellos eran jóvenes de diferentes países asiáticos que viajaban a EEUU para aprender inglés.
