La ayuda comienza a llegar a Somalia pero con cuentagotas

Que la ayuda llegue a la población es una tarea peligrosa los aviones aterrizan cargados de material humanitario en la capital de Mogadiscio al sur del país, territorio hostil para la comunidad internacional y escenario de continuos conflictos.

Es la zona que marcamos en el mapa,  está duramente  dominada por Al Shaabad, señores de la guerra considerados un peligroso grupo terrorista. Ellos dificultan la entrega de esos alimentos que tanto necesita su pueblo. ¿Cómo distribuir toda esa comida a los más de un millón de niños que ya sufren la malnutrición.

Esa es la lucha diaria  de las  3 únicas ONG´s que han conseguido matenerse en Somalia. Se las ingenian para llegar a los que más lo necesitan, en ocasiones arriesgando sus propias vidas. Familias enteras huyen de la guerra, de la crisis alimentaria de la peor sequía que vive el cuerno de África  en los últimos 60 años.

Se desplazan hasta las fronteras de Etiopía y Kenia, caminan durante días  para llegar hasta los campos de refugiados en busca de ayuda. En Daddab, el más grande del mundo, ya son más de 400.000 y la cifra se multiplica cada día.

La estructura de las milicias islamistas somalíes de Al Shabaab se parece cada vez más a la de un "negocio" que genera anualmente entre 70 y 100 millones de dólares gracias a la extorsión y el control aduanero que ejercen sobre los puertos del país africano, empleados tanto para el comercio legal como el contrabando y "aportaciones a la guerra santa o Yihad", según las estimaciones más conservadoras de un informe de Naciones Unidas.