Benjamin Netanyahu recupera el poder en Israel tras unas elecciones con la mayor participación en 23 años

La inestabilidad política en Israel parece estar cerca de llegar a su fin, tras cuatro años de convulsión social y política en los que ha habido hasta cinco elecciones legislativas. En la recta final del recuento, y salvo sorpresa mayúscula de última hora, los datos sellan que el retorno de Benjamin Netanyahu es un hecho. Dos partidos políticos que resultaban clave para impedir su victoria se han quedado fuera por los pelos y no parece que vayan a lograr remontar con los últimos votos.

Así, el 'hombre fuerte' de Israel conseguirá la mayoría absoluta, con la que podrá regresar al poder, como ya hiciera entre 1996 y 1999 en su primer gobierno, y entre los años 2009 y 2021 (formó cinco gobiernos en los años 2009, 2013, 2015 y 2020). La primera vez que Netanyahu logró la victoria con su partido político (Likud), fue derrotando al Nobel de la Paz Shimon Peres, logrando vencerle por un estrecho margen de apenas 30.000 votos.

Su derrota en los comicios de 1999 propició su retirada parcial de la primera línea política, pero regresaría una década más tarde al poder, tras un intento fallido de vencer en 2006, y formar una coalición de gobierno al quedar segundo en 2009. Uno de los datos más llamativos es que Netanyahu ha pasado de proyectar una imagen negativa en su primer mandato en 1996, a ser considerado un pilar fundamental para la estabilidad política de Israel, como demostró su abrumador dominio político en la última década.

85% de escrutinio con una victoria hegemónica

Con Likud liderando el recuento en la recta final, se confirmaría un pronóstico que no gustará un pelo a la mayoría de sus detractores: los dos partidos políticos que podrían impedir la victoria de Netanyahu (Meretz y Balad), se quedarían fuera del Parlamento por apenas unos cientos de votos. Si lograran obtener actas en el Parlamento israelí, cabe la posibilidad de que la mayoría absoluta se le fuera al traste al vencedor, aunque las opciones parecen ser mínimas.

Con el regreso de Netanyahu al poder, se espera que Israel eleve su gasto en defensa, siga ejerciendo presión sobre Palestina para poder destruir a la organización terrorista Hamás, que tiene una presencia notable en la Franja de Gaza. Ya hace meses, los servicios de inteligencia israelíes del Mossad les tendieron una trampa anunciando una ofensiva militar terrestre. Cuando algunos yihadistas de Hamás se metieron en los túneles para atacar a las tropas israelíes, dichos túneles fueron bombardeados, ya que el ataque terrestre anunciado previamente había sido una estrategia para engañarlos.

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