El Gobierno alemán ha anunciado su intención de mandar a Mali hasta 650 soldados para aliviar a Francia de sus tareas de estabilización del país africano y que París pueda concentrarse en la lucha contra el Estado Islámico en Siria.
La ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, realizó este anuncio ante los medios tras comparecer en la comisión de Defensa del Bundestag (cámara baja). Tras los atentados del 13 de noviembre en París, en los que murieron 130 personas, el Gobierno francés recurrió a los tratados comunitarios para exigir a sus socios europeos solidaridad en la lucha contra el terrorismo islamista y redobló sus ataques aéreos al IS.
Esta misión, que cuadruplicaría el número de efectivos alemanes en Mali, tendría como principal objetivo lograr que se cumpla el acuerdo de paz al que llegó el Gobierno maliense con los rebeldes islamistas del norte. En la actualidad, Alemania ha desplegado 200 soldados en el sur de Mali, la zona más tranquila del país, dentro de la misión comunitaria de formación de las fuerzas de seguridad locales, y cuenta con otros diez en los cuarteles generales de la misión de la ONU en la capital Bamako, calificado como más peligroso.
En una comparecencia paralela ante el pleno del Bundestag, la canciller Angela Merkel confirmó estas palabras sin detallar cifras indicando que su Ejecutivo estudia "reforzar su compromiso" en Mali y "prolongar" su misión en Afganistán, dentro de la lucha contra el terrorismo global.
Allí donde "sea necesario más compromiso" militar alemán, será estudiado y Berlín "no lo descarta por principios", aseguró Merkel afrontando indirectamente las reticencias alemanas a enviar soldados a conflictos en el exterior. Hace tres años los rebeldes islamistas del norte de Mali se levantaron contra el gobierno en Bamako y sólo una intervención militar francesa, antigua potencia colonial en la zona, logró detener su avance.