El exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi

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9 AÑOS GOBERNANDO EL PAÍS

Berlusconi cumple 80 años rodeado de su familia y con la mirada puesta en dejar la vida política

"Miro de manera incierta mi futuro", "Nunca he pensado en la edad, al contrario, siempre he vivido como si tuviera 40 años, pero después llegó la operación y la fuerte toma de conciencia de que tengo 80 años", "No tengo ningún amigo en política", son algunas de las frases del "Ex Cavaliere" en un reportaje de la revista Chi.

El ex primer ministro y empresario italiano Silvio Berlusconi cumple el jueves ochenta años alejado de la vida pública desde hace meses, lo que hace crecer la incertidumbre sobre su futuro político ante la falta de un líder claro para tomar el relevo del centroderecha.

Acostumbrado a estar en el centro de atención mediática, Berlusconi llega a los 80 años totalmente retirado tras su operación de corazón, con el más querido negocio de la familia, el equipo de fútbol del Milán, vendido a empresarios chinos, y con "Forza Italia", el partido que fundó en 1994, al mínimo histórico.

Desde que salió del hospital hace dos meses, tras la operación de sustitución de la válvula aórtica a la que se sometió el 14 de junio, Berlusconi no ha realizado ninguna aparición pública y se ha refugiado en su mansión de Arcore, en las afueras de Milán, recibiendo sólo la visita de amigos y familiares.

Berlusconi huye de declaraciones o comunicados políticos y prefiere aparecer en las paginas de "Chi", una de las revistas de corazón del grupo Mondadori, propiedad de la familia, para confesar su futuro político. Un futuro que parece más bien un testamento.

"Son ellos mi futuro", titula la entrevista firmada por el director y amigo personal, Alfonso Signorini, acompañada con una foto en doble página del exmandatario y magnate rodeado de sus cinco hijos y de sus nietos.

"El Caimán" descrito en la película inspirada en Berlusconi de Nanni Moretti se expresa ahora con una melancolía casi premonitoria.

"Miro de manera incierta mi futuro", "Nunca he pensado en la edad, al contrario, siempre he vivido como si tuviera 40 años, pero después llegó la operación y la fuerte toma de conciencia de que tengo 80 años", "No tengo ningún amigo en política", son algunas de las frases del "Ex Cavaliere" en este reportaje.

Rodeado de sus diez nietos, "con quienes pasar más tiempo"; con su primogénita Marina "que ahora es madre, hermana e hija" y su novia, Francesca Pascale, "con quien no vive crisis alguna", el futuro de su partido y la búsqueda de un líder para el centroderecha parece importarle bien poco.

"La política no me ha apasionado nunca. Me ha hecho sólo gastar tiempo y energías, pero si decidí entrar en ella fue sólo para impedir la llegada de los comunistas al poder", confiesa tras haber gobernado nueve años (1994-1995) (2001-2006) (2008- 2011) el país.

A una Italia que ha vivido los últimos 20 años pendientes de las hazañas internas y en el exterior del tres veces presidente del Gobierno, le parece difícil que todo acabe con un abuelo Berlusconi dedicado a mimar a sus nietos.

Quienes alimentan la incertidumbre son sus más estrechos colaboradores, como su abogado, Nicolò Ghedini, que en una reciente entrevista al diario "Libero" aseguró que están esperando con confianza la sentencia del Tribunal de Estrasburgo sobre su condena por fraude fiscal en 2013, que le costó la inhabilitación a poder concurrir a unos comicios hasta 2019.

El diario "Corriere della Sera" lanza incluso la hipótesis de que Berlusconi estaría pensando en un tercer proyecto político.

"Se que se ríen de esto...", asegura el diario Corriere della Sera que dice Berlusconi, pero que está seguro que su tercer proyecto político -tras el nacimiento de Forza Italia en 1992 y la gran coalición de centroderecha del "Pueblo de la Libertad" de 2007- "llegará en primavera".

Algunos analistas políticos aseguran que en estos meses desde su fortín de Arcore, Berlusconi observa. Ninguno de los herederos coronados por la prensa, como Giovani Toti, ahora presidente de la región Liguria, o el excandidato a la alcaldía de Milán, Stefano Parisi, convence a sus correligionarios de partido y aún menos a los electores.

Su médico personal, Umberto Scampagnini, ya dijo en una ocasión que Silvio Berlusconi era "técnicamente inmortal", pero su partido sin su liderazgo parece destinado a una muerte lenta.

Mientras busca un sucesor o decide volver, el organizador del "Bunga-Bunga", las fiestas repletas de chicas en la cantina de su mansión, celebrará su 80 cumpleaños con una sencilla y familiar cena con su novia Francesca y sus cinco hijos, nacidos de sus dos matrimonios.

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