Eternamente bronceado, Boehner, de 60 años, llegará a lo más alto de la Cámara de Representantes tras dirigir la política republicana contra el presidente de EEUU, Barack Obama, desde el puesto de líder de la minoría que consiguió en 2006.
Su nombramiento, que se hará oficial próximamente tras una reunión especial de legisladores republicanos, terminará con el mandato de Nancy Pelosi, la primera mujer en alcanzar el puesto número dos en la línea de sucesión presidencial de EEUU.
Su labor para convertirse en presidente de la Cámara de Representantes, y así controlar la agenda legislativa, se intensificó en abril pasado, cuando estableció un comité para analizar estrategias. Su principal reto desde entonces era encontrar la fórmula para que los republicanos consiguieran los 39 escaños necesarios para lograr la mayoría en la Cámara Baja.
Su ascenso, según observadores, es fruto no sólo de la incesante recaudación de fondos para las arcas republicanas sino también de su tesón para resistir los esfuerzos reformistas de la Casa Blanca.
Desde la toma de posesión de Obama, en enero de 2009, Boehner había demostrado, tanto a amigos como a detractores, su determinación para bloquear medidas impopulares entre los republicanos, o al menos para aplazar su voto. Boehner llevó la voz cantante en contra del plan de estímulo económico en 2009, logró retrasar el voto de una medida sobre el cambio climático ese mismo junio, y en marzo pasado lideró una férrea oposición a la reforma del sistema de salud. Esta misma semana, Boehner siguió al ataque contra Obama. "Tenemos a un presidente en la Casa Blanca que se refirió a los estadounidenses que no están de acuerdo con él como 'nuestros enemigos'...cuando Ronald Reagan, George Bush, Bill Clinton, y George W. Bush usaron la palabra 'enemigo' fue para hablar de terroristas globales y dictadores extranjeros", dijo Boehner durante un acto político la noche del lunes en Cincinnati (Ohio). Boehner se refería a unas declaraciones en las que Obama urgió a los votantes hispanos a que "castigaran" a sus "enemigos" y apoyaran a quienes luchan por sus intereses.
Éxito tardío
Graduado de la Universidad Xavier (Ohio) en 1977, ganó sus primeras elecciones al Congreso en 1991 y formó parte de la Cámara Baja que se formó en enero de 1992, cuando el demócrata Bill Clinton se estrenaba en la Casa Blanca.
Conocido como uno de los arquitectos del llamado "Contrato con EEUU" de 1994, la plataforma política más ambiciosa de los conservadores en décadas recientes, Boehner contribuyó a que el Partido Republicano lograse ese año el control del Legislativo, una hazaña que no habían conseguido en 40 años. Perdió su puesto de liderazgo en 1998 cuando los republicanos perdieron varios escaños y Newt Gingrich, entonces presidente de la Cámara, renunció bajo presión. Boehner ayudó a elaborar una reforma educativa que formó parte del legado del presidente George W. Bush. También se labró una reputación como gran estratega, lo que le ayudó a alzarse con el puesto de líder de la minoría en 2006. A Boehner le atribuyen haber reconstruido la imagen del Partido Republicano en el Congreso hasta el punto de que, cuatro años después, retoman su hegemonía en la Cámara Baja.
Casado y con dos hijas ya mayores, Boehner suele describirse como un "tipo normal" que comprende las vicisitudes del ciudadano de a pie, y recuerda sus días cuando de niño ayudaba a limpiar el bar de su padre. Su pasado en el seno de una familia trabajadora con 12 hijos, contrasta con su presente como miembro de un prestigioso country club y residente de un vecindario acomodado de Ohio, lo que le ha valido causado acusaciones de "elitista".
Ahora que le ha llegado el momento de liderar, asegura que reducirá el gasto fiscal y mantendrá una política de inclusión con los demócratas para que éstos, paradójicamente, no tengan que recurrir a las tácticas obstruccionistas que él mismo utilizó.