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EL GOBIERNO CIERRA LAS FRONTERAS

Los bolivianos, encerrados en su casa por el censo de población

Drásticas medidas del gobierno boliviano para realizar el primer censo de población y vivienda en once años. El país se ha paralizado durante 24 horas. El gobierno ha obligado a todos los ciudadanos a quedarse en casa y 500 personas han sido arrestadas por salir a la calle.

Desiertas han estado durante un día las calles de Bolivia. El país entero está paralizado por el censo de población. 49 preguntas obligatorias a las que hay que responder. Como la orden de permanecer en casa y no salir hasta que el encuestador aparezca en tu puerta. 

Comercios, colegios, ministerios... Todo ha cerrado, hasta las fronteras. Se ha prohibido el alcohol. Y los viajes por tierra, aire y ríos. El gobierno de Evo Morales quiere saber cuántos son y dónde viven los bolivianos. El último censo del 2011 arrojó la cifra de ocho millones de bolivianos. Se espera que este año la cifra supere los 10 millones de habitantes.

"He pedido a todas y a todos a participar en la organizacion con disciplina para que el censo salga bien", decía el presidente Morales a los medios.

De su resultado dependerá la distribución de escaños en la Cámara de Diputados, y las inversiones. Por eso, muchos estos días han vuelto a casa: quieren que sus pueblos se beneficien de las ayudas oficiales. 

24 horas en las que el país ha estado paralizado, aunque 500 personas han sido arrestadas por salir a la calle. Los únicos con permiso: los 220.000 encuestadores y los 80.000 policías y militares movilizados para la tarea.

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