Publicidad

LA FIESTA SE REMONTA A LA EDAD MEDIA

Bosnia reúne un año más a los caballos más poderosos para demostrar su fuerza

El reto al que se enfrentan es arrastrar un tronco de dos toneladas y recorrer una distancia de cien metros. Para ello tienen dos minutos.

 

El propietario del caballo les puede gritar cuanto quiera, sólo puede darles tres latigazos, pero en ningún caso puede tocarlo. Son las normas de este festival que se celebra en una montaña próxima a Sarajevo y que se remonta a la Edad Media.

Hasta allí acuden caballos procedentes de todos los rincones de Bosnia con la única intención de demostrar su “fuerza bruta”, ni belleza, ni maestría, ni velocidad, ni su capacidad para saltar cuentan en este concurso. El más fuerte este año se llama Goran.

Publicidad