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ASEGURA QUE NO SE DIERON CUENTA DE QUE ERA UN ANIMAL PROTEGIDO
Bronkhorst, el guía que llevó a Palmer ante Cecil: "Disparó al león que quería disparar y pagó por el trofeo, que es el cabeza y la piel"
Theo Bronkhorst, el cazador profesional que hizo de guía para que Walter James Palmer pudiera cazar Cecil, el león más célebre de Zimbabue, explica cómo se llevó a cabo la cacería que, según su versión, "salió mal desde el principio". Bronkhorst cuenta que no le giuta disparar a animales y que solo se presta a estas cacerías por motivos económicos. "Soy agricultor. Perdí mi granja en 2000 y me veo obligado a cazar, pero solo lo he hecho cinco veces en el último año".
La muerte de Cecil, el león más famoso y célebre de Zimbabue, sigue siendo tema de debate e indignación. Los primeros detalles sobre la polémica cacería han sido dados por el guía que ayudó a Palmer a cazar al felino. Theo Bronkhorst, un cazador que se gana la vida con este tipo de cacerías tras perder su granja en 2000 explica qué ocurrió en una cacería que "salió mal desde el principio".
"Palmer estuvo aquí solo unos días. Disparó al león que quería disparar y pagó por el trofeo, que es el cráneo y la piel. Se lo llevé a Bulawayo donde lo prepararon antes que ir a un taxidermista para la exportación a los EEUU, donde se ensambla y se monta", asegura Bronkhorst, en una entrevista a The Telegraph.
¿Pero cómo se mató a un león que estaba protegido y con un collar de vigilancia? Bronkhorst explica que todo se torció desde el principio.
"Nunca habríamos disparado a un animal con un collar GPS. Estaba devastado"
"No estaba previsto que la caza se llevara a cabo en los terrenos donde finalmente se hizo. En el último momento tuve que desviarme de la zona de caza unas 8 millas", asegura Bronkhorst.
La cacería se llevó a cabo en una granja llamada Antoinette, que limita con el parque nacional de Hwange, donde vivía Cecil.
"Salimos bastante tarde, con el sol ya cayendo, y encontramos el cadáver de un elefante que usamos como cebo", indica Bronkhorst, que asegura que primero apareció una leona y luego un gran macho, Cecil.
"Sobre las 22:00 horas, Palmer le disparó una flecha con un arco", pero era de noche y no pudieron identificar a Cecil, que escapó malherido.
"Estaba preocupado por el león y lo que había sucedido", reconoce Bronkhorst.
"No pudimos ver el collar a la noche. Al día siguiente localizamos al león y Palmer lo remató", asegura Bronkhorst. Fue entonces cuando comprobaron que el león llevaba un collar de seguimiento. En ese momento Bronkhorst se vino abajo al darse cuenta que habían matado a un animal protegido.
"Nunca habríamos disparado a un animal con un collar GPS. Estaba devastado. Es cierto que debería haber avisado a las autoridades del Parque, pero hicimos por lo que nos habían pagado. Cortamos la cabeza y le quitamos la piel, porque eso es lo que había pagado el cliente", asegura Bronkhorst.
Bronkhorst concluye diciendo que no sabía nada de la existencia de Cecil y que se enteró de su importancia por los medios.
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