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último balance ofrecido por la Organización Mundial de la Salud
El brote de cólera en Yemen deja ya casi 350.000 casos y alrededor de 1.800 muertos
Se trata del peor brote de cólera en el mundo, con una muerte cada hora y una media de 5.000 casos diarios diagnosticados a finales de junio.
El brote de cólera que registra desde finales de abril Yemen deja ya más de 344.700 casos sospechosos y 1.784 muertes asociadas, de acuerdo con el último balance ofrecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según destaca la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), se trata del "peor brote en el mundo" de la enfermedad, con una media de 5.000 casos diarios a finales de junio y una muerte casi cada hora.
Los niños menores de 15 años representan el 40 por ciento de los casos sospechosos y una cuarta parte de las víctimas mortales, mientras que los mayores de 60 años suponen el 30% de los fallecidos por el brote.
La OCHA ha expresado su particular preocupación por lo que ha calificado de "puntos calientes" como Ibb, Raymah, Dhamar, Hajjah y Al Mahwit, donde el ratio de muertes ha superado el umbral de emergencia del 1 por ciento establecido por la OMS. Las provincias más afectadas por el brote son Amanat al Asimah, Hodeida, Hajjah y Amran.
Aunque el cólera es endémico en Yemen, la ONU sostiene que el brote actual es resultado directo del conflicto que afecta al país desde hace más de dos años y que ha diezmado el sistema sanitario, además de dañar infraestructuras clave y dejar a 15,7 millones de personas sin acceso adecuado a agua potable y saneamiento.
Además, según resalta la OCHA en su último informe, en los últimos diez meses unos 30.000 trabajadores sanitarios no han cobrado sus salarios, al país han llegado solo un tercio de los suministros médicos fundamentales y la basura se ha amontonado en las ciudades.
De hecho, sostiene la OCHA, "las cifras actuales de casos de cólera probablemente son inferiores a la magnitud real de la epidemia, ya que solo el 45% de las instalaciones sanitarias funciona y los sistemas de vigilancia son débiles".
Pese a que las organizaciones humanitarias han incrementado los esfuerzos para contener el brote, la magnitud del mismo está más allá de la capacidad, presencia y alcance de las mismas, que se han visto obligadas a reprogramar sus exiguos recursos para abordar la inseguridad alimentaria para combatir el cólera.
Lo que queda del sistema sanitario yemení se está viendo superado ante la carga de casos y los esfuerzos que se están haciendo para frenar la propagación de la enfermedad, incluido el envío de material de rehidratación, no está siendo suficiente. A principios de julio, de los 309 distritos con casos de cólera, solo había presencia para combatir la enfermedad en 121 de ellos, según la OMS.
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