Inmigración

Bruselas abre la puerta a replicar el polémico modelo migratorio de Meloni

La Comisión Europea se muestra favorable a que los países puedan enviar migrantes que hayan sido rechazados a campos de deportación fuera del territorio de la Unión. Una opción que ya hizo la primera ministra italiana en Albania, con poco éxito. La nueva normativa comunitaria busca agilizar una política de retornos que hasta ahora no ha funcionado bien.

Ursula von der Leyen

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Europa reconoce que la política de retornos hasta ahora ha sido un fracaso. La mejor prueba es mirar los números de los últimos años. Solo el 20% de los que han recibido una orden de expulsión, luego realmente han sido devueltos a sus países de origen. Por eso, las nuevas normas que ha presentando la Comisión Europea buscan más coordinación, más eficiencia y, en general, un endurecimiento del sistema.

Se trata de fijar normas simples y claras para que no haya fugas y se faciliten los retornos de todos aquellos que no tienen derecho a permanecer en la UE. Una esperada reforma que se ha convertido en una de las prioridades de Bruselas, a la vez que se ve con desconfianza desde las organizaciones humanitarias, que temen que atente contra los derechos de los migrantes.

La propia presidenta de la Comisión ha reconocido que la Unión será más estricta en los procesos a partir de ahora. "A los que sean devueltos por la fuerza se les prohibirá la entrada. Y seremos más estrictos cuando existan riesgos de seguridad. Seremos firmes, pero también nos aseguraremos de actuar con pleno respeto a nuestras obligaciones bajo el derecho internacional y los derechos fundamentales", ha dicho Úrsula Von der Layen.

La nueva normativa incluirá una "orden europea de retorno" común, que tendrá un reconocimiento mutuo en todos los estados miembros. Además, se busca "mejorar la cooperación entre los estados para que resulte más sencillo repatriar y avanzar en la coordinación entre los países, de modo que no sea necesario reiniciar una y otra vez los procedimientos".

El 'modelo Meloni' se impone

La Comisión Europea abre la puerta a la creación de los centros de deportación fuera del territorio de la Unión. El conocido 'modelo Meloni', que la primera ministra italiana ya aplicó con Albania, aunque, en varias ocasiones, chocó de bruces con la justicia, que le obligó a que los migrantes volvieran a suelo italiano. Los jueces paralizaron los diferentes traslados, ya que los migrantes habían sido rescatados en el mar, sin llegar las autoridades nacionales a tramitar sus solicitudes.

Ahora Bruselas fija unos criterios mínimos para todos aquellos gobiernos que quieran seguir por ese camino. Se tendrá que respetar el derecho internacional en todo momento y no se podrá enviar a estos centros ni a familias con menores de edad, ni a menores no acompañados. Además, los migrantes enviados tendrán que tener una orden de expulsión que sea definitiva y el país elegido deberá contar con un acuerdo firmado con la UE, ya sea bilateral o a nivel comunitario.

Se cumplirá el derecho internacional

El Comisario europeo de Interior, Magnus Brunner, dejaba claro que los países tendrán que respetar al milímetro los estándares marcados por Bruselas. "Hemos introducido salvaguardias y garantías para que se respete el Derecho internacional y los derechos humanos. Sólo si se respeta esto, un estado miembro podrá crear un centro de retorno de este tipo. Desde la Comisión vamos a velar para que se cumplan estas obligaciones", ha señalado.

España ha sido uno de los países que se ha posicionado en contra de estos centros de deportación, por las dudas legales que genera, además del gran coste que tiene. Sin embargo, la lista de países europeos que lo apoyan y que pidieron directamente a la presidenta Von der Layen que explorara esta opción, es muy amplia.

La inmigración ilegal se ha convertido en uno de temas centrales en muchos países comunitarios. Por eso la vicepresidenta de la Comisión, Henna Virkkunen, ha alertado sobre la utilización política que algunos partidos están haciendo de este fenómeno. “La inmigración ilegal es un reto sin precedentes, que afecta a la seguridad. Pero hay que tener cuidado porque los partidos populistas la explotan para sus pequeñas victorias electorales, y nosotros lo que queremos simplemente es gestionar bien la inmigración”, ha declarado.

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