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INFORME DE ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE Y SAVE THE CHILDREN
Por cada refugiado que regresa a Siria, salen otros tres debido a la inseguridad en el país
Un nuevo informe reconfirma que el conflicto de Siria es una guerra contra la infancia: 4 millones de niños solo han conocido la guerra y el 43% de los menores no pueden ir a la escuela por la destrucción de los colegios, el asesinato de sus maestros o el peligro para su vida. Así rescataban anoche a un bebé en Siria, entre los escombros provocados por un bombardeo ruso. Ha sido un nuevo ataque de la aviación rusa contra las zonas controladas por los rebeldes que se han incrementado después de que derribaran un caza ruso y matasen a su piloto.
Cientos de miles de sirios corren el riesgo de verse obligados a regresar en 2018 a pesar de que se mantiene la violencia en ese país, advierten las ONG, que cuantifican que por cada sirio que regresó a su hogar el año pasado hubo tres nuevos desplazados. Acción contra el Hambre y Save the Children han presentado el informe "Terreno peligroso: los refugiados de Siria se enfrentan a un futuro incierto", en el que alertan del peligro del retorno de aquellos que huyeron de la guerra -que cumple 8 años- y que son empujados a regresar "por una reacción global contra los refugiados".
"No se dan las condiciones para volver a Siria, no se puede obligar a la población a regresar; más de 13 millones de personas se encuentran en una situación crítica de ayuda humanitaria", ha asegurado Manuel Sánchez Montero, de Acción contra el Hambre. Desde Save the Children, David del Campo ha señalado que "el informe reconfirma que el conflicto de Siria es una guerra contra la infancia: 4 millones de niños solo han conocido la guerra y el 43% de los menores no pueden ir a la escuela por la destrucción de los colegios, el asesinato de sus maestros o el peligro para su vida".
"Hay más guerra que nunca, 2,8 millones de sirios están obligados a irse; cuando se dice que está terminado el conflicto es para ocultar el fracaso de la acogida de refugiados", ha opinado. El informe destaca que se mantienen los bombardeos en Siria que ponen en peligro la vida de los civiles, aunque también que las condiciones en las que viven los refugiados en los países vecinos, como Jordania, Líbano o Turquía son en muchas ocasiones más duras de las que tenían en su país.
"En Líbano, cerca de 1,2 millones de sirios de los 1,5 que se encuentran allí, no tienen permiso de residencia ya que solo los que disponen de dinero pueden obtener un documento que les permita trabajar, lo que obliga a algunas familias a poner a sus hijos a trabajar e incluso a venderlos para poder sobrevivir en arrabales o en garajes", ha lamentado Sánchez Montero. Según las ONG, las victorias del gobierno sirio en el conflicto "han alimentado una retórica engañosa" que sugiere que Siria es segura para el regreso de los refugiados.
Además, denuncian que los gobiernos de Europa, Estados Unidos y la región están cerrando fronteras y obligando a los refugiados sirios a retroceder poniendo en riesgo muchas vidas. "La guerra de Siria no ha terminado, está peor que hace ocho años y los niños son objetivo", ha dicho el responsable de Save the Children. El estudio, en el que han intervenido otras cinco ONG internacionales, señala que mientras el número de sirios que regresaban, principalmente del desplazamiento interno dentro de Siria, aumentó de 560.000 a 721.000 entre 2016 y 2017, por cada repatriado hubo tres nuevos desplazados debido a la violencia.
Unos 2,4 millones de personas en Siria -más de 8.000 cada día- huyeron de sus hogares en los primeros nueve meses de 2017 y la ONU prevé que 1,5 millones de sirios serán desplazados en 2018. Las ONG exponen que aunque en 2017 se redujo la violencia en algunas áreas de Siria, aumentó en otras regiones, donde los bombardeos aéreos, los morteros y las trampas explosivas aún son peligros diarios, incluso en áreas pobladas.
Respecto a la situación europea, Campo ha recordado que 60.000 refugiados están atrapados en territorio griego, "la mitad de ellos niños" y ha advertido del creciente negocio lucrativo para las mafias "que aprovechan su desesperación" abriendo rutas ilegales para avanzar hacia Europa.
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