Cuchillas de afeitar, navajas o trozos de vidrio se emplean para realizar la ablación.

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140 MILLONES DE MUJERES TIENEN LOS GENITALES MUTILADOS

Cada seis minutos una niña es víctima de la mutilación genital en el mundo

Tres millones de niñas y adolescentes son mutiladas cada año en el mundo, es decir, que cada seis minutos, una menor de edad sufre la ablación, una práctica consistente en la extirpación forzosa y sin razón médica de la parte externa de los genitales. Kenia, como otros tantos países, lo ha prohibido por ley, pero se trata de una costumbre cultural fuertemente anclada en la sociedad, por lo que la erradicación aún queda lejos.

La directora de Proyectos de World Vision España, Susanna Oliver, ha señalado que 140 millones de mujeres de todo el mundo tienen sus genitales mutilados por motivo de la celebración, este 6 de febrero, del Día Mundial por la Erradicación de la Mutilación Genital Femenina.

Aunque la incidencia depende del país, de la tribu e incluso dentro de ésta, de la propia familia, hay lugares como Malí donde el 98% de las ciudadanas ha sufrido la ablación. Lo ejercen una suerte de curanderas y en una ceremonia ritual con la connivencia de los padres de la niña, que creen estar haciendo lo mejor para ella.
La edad de las víctimas también varía, generalmente se entiende que la mutilación de los genitales es un paso previo al matrimonio, una preparación para la edad adulta y se practica a niñas de ocho o nueve años. Sin embargo, Oliver explica que cada vez se realiza a edades más tempranas para evitar que llegado el momento, puedan oponerse.

"Hay muchas cosas en la comunidad que están asociadas a la ablación, como que una mujer que no ha sido mutilada no puede heredar los bienes si su marido fallece, no puede entrar en la ceremonia de circuncisión de niños o no se puede casar", ha señalado Tabitha Portereu, directora del proyecto de prevención de la ablación de World Vision Kenia.

Según el doctor Palomo, los daños que provoca la ablación "son todos". Desde el punto de vista físico, van desde la muerte por hemorragia o infección, ya que se practican en condiciones insalubres, con materiales como cuchillas de afeitar, navajas o trozos de vidrio, hasta la transmisión de enfermedades como el Sida, la Hepatitis o el Tétanos. 
A nivel psicológico, es también devastador. El médico explica que desde el nivel psicoanalítico más básico, por el que las niñas que son mutiladas "arrastran toda su vida un trauma tan profundo que no podrán ni saber que lo tienen", hasta el efecto de rechazo del propio cuerpo y la sexualidad y de la comunidad, las consecuencias son múltiples. "Las comparan con los efectos de una violación", apunta.

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