Imagen del joven activista Raif Badawi.

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PRESIÓN INTERNACIONAL CONTRA LA CONDENA

El calvario del joven condenado a 1.000 latigazos en Arabia Saudí

Fue condenado "por ofensa al Islam" y su condena ha dado la vuelta al mundo. Raif Badawi, activista y bloguero, será sometido a 1.000 latigazos tal y como ha dictado un tribunal de Arabia Saudí. El pasado viernes recibió los primeros 50 latigazos y se esperaba que recibiera la segunda tanda una semana después. De momento las autoridades han pospuesto la pena por razones médicas. Amnistía Internacional denuncia que las heridas producidas por los latigazos no fueron curadas.

El caso del activista y bloguero saudí Raif Badawi, que fue condenado por un tribunal de su país a recibir 1.000 latigazos, ha sido remitido al Tribunal Supremo por la oficina del Rey para su revisión, según ha informado la cadena británica BBC.

Badawi recibió 50 latigazos la semana pasada y se esperaba que recibiera otra tanda este viernes. Sin embargo, las autoridades saudíes han pospuesto la pena por cuestiones médicas, aunque es posible que la presión internacional haya podido tener que ver. Amnistía Internacional ha asegurado que el médico que inspeccionó a Badawi aseguró que las heridas de los latigazos no habían sido curadas.

Este activista, juzgado por ofender al islam entre otras acusaciones, creó en 2008 la Red Liberal Saudí. Se trataba de un portal de Internet en el que los usuarios podían debatir libremente sobre religión y política en Arabia Saudí. Cuatro años después, fue condenado a siete años de prisión y 600 latigazos. La sentencia fue revisada el pasado mes de mayo y se le amplió la pena a diez años de cárcel y 1.000 latigazos.

Los simpatizantes de Badawi han acusado de "hipócritas" a las autoridades saudíes por haber asistido la semana pasada a la protesta multitudinaria de París contra el terrorismo islamista pero seguir promoviendo conductas integristas y radicales dentro de su jurisdicción. Arabia Saudí, que mantiene la idea de que su constitución es el Corán, no solo no admite la diversidad religiosa, sino que castiga cualquier línea de pensamiento que se salga de la interpretación que el Estado hace del islam.


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