El primer ministro británico, David Cameron, ha anunciado que elaborará una nueva ley para facilitar que se persiga a los bancos y bufetes de abogados que ayuden a evadir impuestos a sus clientes.
En su primera comparecencia ante la Cámara de los Comunes desde que estalló el escándalo por las filtraciones de los 'Papeles de Panamá', Cameron anunció también un acuerdo con territorios británicos de ultramar como las islas Vírgenes, las islas Caimán y la isla de Man para compartir datos fiscales con el Reino Unido.
"Ningún Gobierno ha tomado acciones más robustas contra la evasión fiscal", dijo el primer ministro, quien negó cualquier mala práctica respecto a su participación en un fondo de inversión "offshore" creado por su padre.
El acuerdo para compartir información fiscal, que entrará en vigor en septiembre y al que se han acogido todos los territorios británicos de ultramar excepto Guernsey y Anguila, permitirá a Londres conocer el nombre de quién "controla" cada empresa registrada en esas dependencias, información hasta ahora opaca.
El primer ministro adelantó además que se tipificará un nuevo tipo de delito contra las empresas que "ayuden a la evasión de impuestos" y se creará una nuevo grupo de trabajo para ayudar a la Hacienda británica (HMRC, en inglés) a cazar a los defraudadores.
Tras publicar el domingo un resumen de sus impuestos en los últimos seis años, el primer ministro aseguró que el beneficio de cerca de 19.000 libras (25.650 euros) obtenido con la venta de acciones del fondo Blairmore Holdings, operado desde las Bahamas, no constituyó ninguna ilegalidad.
Cameron subrayó que las inversiones en fondos de fuera del Reino Unido son corrientes y aseguró que algunos sindicatos, la BBC y el grupo del diario The Guardian, entre otros, han hecho "ese tipo de inversiones en el extranjero". "Esto no es para criticar lo que hacen, sino para argumentar que se trata de una práctica estándar, que no está diseñada para evadir impuestos", puntualizó.
El ministro de Economía, George Osborne, y el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, han publicado detalles sobre sus últimas declaraciones fiscales. Cameron defendió esa práctica pero advirtió de que el "secreto fiscal" debería respetarse para el resto de los políticos británicos, más allá del primer ministro, su responsable de Economía y el jefe de la oposición.
Alertó también de que si se obliga a todos los diputados a revelar sus finanzas personales, como algunas voces han pedido en las últimas horas, podría cuestionarse si es necesario que los periodistas y los directores de empresas públicas, entre otros, siguieran ese ejemplo. "Eso no debería pasar sin un largo y pausado debate, y no es la solución que yo recomendaría", dijo Cameron.
Corbyn, por su parte, acusó al jefe del Gobierno de haber dado ante el Parlamento una "clase maestra en el arte de la distracción". El líder laborista lamentó que más de la mitad de las firmas involucradas en los papales filtrados del bufete panameño Mossack Fonseca son británicas y pidió al Gobierno más recursos en la lucha contra el fraude fiscal.