Defensa Ártico
Canadá se refuerza con un radar de última generación para vigilar amenazas de Rusia en el Ártico
Canadá quiere reforzar su posición en el Ártico y va a adquirir un sistema de radar de alerta temprana australiano de última generación. Una decisión que coincide con el interés de Trump por la zona y por sus pretensiones de adueñarse de Groenlandia y anexionarse Canadá.

Publicidad
El Ártico y sus rutas navegables se han convertido en el nuevo foco de las luchas geoestratégicas de las grandes potencias. Rusia, China y Estados Unidos apuestan por reforzar su presencia en la zona. El deshielo y la apertura de nuevas vías navegables han multiplicado la importancia económica, estratégica y militar del Ártico. Las superpotencias se están posicionando. Rusia ha reabierto bases militares y ha aumentado su flota de rompehielos, China busca una nueva ruta marítima más corta para colocar sus productos a la vez que amplía su marina de guerra y Estados Unidos, en su deriva ideológica, quiere anexionarse Groenlandia para controlar sus riquezas naturales y su posición geográfica.
En este contexto Canadá quiere reafirmar su soberanía y ampliar su control militar en la región. El primer ministro Mark Carney ha anunciado que Canadá comprará a Australia un avanzado sistema de radar de detección temprana que alertará de potenciales amenazas de Rusia y China en las regiones árticas.
La adquisición y su mantenimiento durante veinte años constará 4.195 millones de dólares. Además Canadá va a potenciar su presencia militar en el Ártico durante todo el año. Se crearán tres nuevos centros militares con pistas de aterrizaje y depósitos de armas y para eso se incrementará el presupuesto de sus fuerzas armadas en otros 245 millones de dólares.
Estados Unidos ha dejado de ser el socio y aliado confiable
Estados Unidos ha pasado de ser el socio y aliado confiable de Canadá a una amenaza impredecible. Trump insiste una y otra vez, en su particular visión de la diplomacia, en anexionarse a su vecinos del norte cuya frontera considera artificial y ha iniciado unilateralmente una injustificada guerra comercial.
El rechazo de los canadienses a la política de los Estados Unidos se traduce en boicot a sus productos e incluso a replantearse su política de defensa: La compra de nuevos cazas norteamericanos f35 está en el aire. El propio primer ministro Carney ha reconocido que ya no puede confiar en Estados Unidos: "Las instituciones y normas internacionales que han mantenido a Canadá seguro ahora están siendo cuestionadas. Y las prioridades de Estados Unidos, nuestro aliado, que antes estaban estrechamente alineadas con las nuestras, están comenzando a cambiar".
La intención de Canadá de mejorar su sistema de alerta temprana no es nueva, pero si la elección de Australia como suministrador. Australia es líder en radares «over-the-horizon», un sistema avanzado que permite la vigilancia de grandes áreas.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com
Publicidad