Bielorrusia
Cañones de agua, gas lacrimógeno y granadas aturdidoras, los métodos polacos para apartar a los migrantes de la frontera con Bielorrusia
Los militares polacos habrían contestado con gas lacrimógeno y granadas aturdidoras a los migrantes concentrados en el paso fronterizo que algunas fuentes apuntan rompieron vallas y lanzaron piedras a los efectivos polacos.
Publicidad
Cañones de agua, gas lacrimógeno y granadas aturdidoras han sido los métodos usados por efectivos polacos para dispersar de la frontera con Bielorrusia al grupo de migrantes que allí se concentraba para intentar entrar en la UE.
Según la televisión bielorrusa y la agencia estatal BELTA los refugiados habrían roto las vallas y habrían arrojado piedras a los militares polacos que "respondieron con el uso de gas lacrimógeno y granadas aturdidoras" en el paso fronterizo Bruzgui-Kuznica.
La propuesta de Lukashenko a Merkel
Alexandr Lukashenko, presidente bielorruso, aseguró que este lunes propuso una solución a la canciller Angela Merkel. "Acordamos con Merkel que de momento no vamos a hablar concretamente de ello. Ella pidió tiempo, una pausa, para debatir esta propuesta con los miembros de la UE", dijo el mandatario. Lukashenko afirmó que espera una segunda llamada de Merkel para seguir tratando una posible solución.
Lukashenko subrayó que el mayor problema es la situación de los más de 2.100 migrantes que se han concentrado junto al paso fronterizo Bruzgui-Kuznica en el lado bielorruso de la frontera con Polonia. "El problema, como le dije a Merkel, radica en que si no salvamos a esa gente, perderemos: Bielorrusia y más todavía la Unión Europea, que no ha permitido la entrada de estos refugiados. Por eso hay que resolver de inmediato la situación de estas personas", dijo.
Lukashenko destacó que coincidió con su interlocutora en que nadie está interesado en la escalada de la crisis migratoria, ni Bielorrusia ni la Unión Europea. "Y por mucho que alguien quisiera llevar la escalada a una confrontación abierta, no podemos permitirlo"
Publicidad