El pasado septiembre, Diana celebraba junto a su familia 43 años de matrimonio de sus padres, con un viaje a bordo del Costa Concordia. El itinerario era exactamente igual al que comenzaban los más de 4.000 pasajeros que vivieron el naufragio junto a la isla de Giglio.
La familia tuvo la oportunidad de dirigirse al capitán en un par de ocasiones. De hecho, éste accedió a celebrar a bordo la segunda boda de la pareja. En una de sus conversaciones, Francesco Schettino aseguró que no existía motivo para temer un naufragio: “Este buque es insumergible”.
Sus palabras recuerdan a las del constructor de otro histórico barco, el Titánic, en la película de James Cameron. También en esta ocasión, las previsiones fallaron: Al menos once personas han muerto, después de que el crucero encallara y comenzara a inundarse.
Costa Cruceros suspende al capitán
Costa Cruceros, la compañía propietaria del Costa Concordia, anunció este jueves su decisión de suspender al capitán del barco naufragado, al que se le acusa, entre otras cosas, de abandonar el barco apenas iniciado el protocolo de evacuación.
El abogado de la empresa ha presentado ante la fiscalía los documentos para que se incluya a la naviera como parte perjudicada y ha adelantado que Costa Cruceros no se hará cargo de la defensa de Schettino, bajo arresto domiciliario por lo sucedido.
Se agotan las esperanzas de encontrar supervivientes
Después de que el crucero semi hundido Costa Concordia se haya deslizado en las costas de la isla de Giglio, el equipo de rescate ha suspendido las labores de búsqueda y está pendiente de evaluar la situación.
Siete días después, las esperanzas de encontrar supervivientes casi han desaparecido. Además, el mar está picado y se espera que este fin de semana empeoren las condiciones meteorológicas.