Crisis en Ucrania
Cara a cara de Joe Biden y Vladimir Putin, el peligroso juego entre los dos eternos enemigos
Estados Unidos alerta de que existe una alta posibilidad de que se produzca "muy pronto" un ataque de Rusia a Ucrania, y su presidente, Joe Biden, reiteró el compromiso con la soberanía y la integridad territorial de ese país.
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Son dos viejos enemigos midiendo una vez más sus fuerzas en un nuevo tablero de ajedrez que ha disparado la tensión en Europa. Tras más de dos meses de silencio, el sábado pasado se produjo la primera comunicación directa entre Joe Biden y Vladimir Putin.
Una llamada de teléfono, de poco más de una hora, que llegaba después de que Estados Unidos diera la orden de evacuar a su personal diplomático de Ucrania y asegurar que existe una posibilidad clara de que Putin lleve a cabo un "ataque inminente" sobre territorio ucraniano. El Kremlin, que niega esos planes, denuncia la "histeria" de Washington por provocar un conflicto y asegura que mantiene la vía diplomática abierta.
Y mientras los días pasan, los dos gigantes siguen midiendo sus fuerzas y tensando la cuerda. Putin ya ha conseguido uno de sus objetivos: estar en el centro de todas las miradas. Su sueño de resucitar a Rusia como superpotencia global a la que tener siempre en cuenta, está más vigente que nunca.
Moscú no quiere la OTAN, liderada por Estados Unidos, siga ampliando sus esferas de influencia en territorios que considera propios. Repúblicas ex soviéticas como Ucrania convertida ahora en trofeo por ambos bandos. Putin no solo tiene uno de los ejércitos más poderosos, también la llave del gas de Europa y el apoyo, llegado el caso, del gigante chino.
El presidente estadounidense, que tras solo un año de mandato se ha convertido en el mandatario con el índice de popularidad más bajo en la historia de la Casa Blanca, no está dispuesto a mirar hacia otro lado como hizo Obama cuando en 2014 Rusia anexionó Crimea. La más que polémica y caótica retirada de Afganistán tampoco ayuda: Biden necesita mostrar su fortaleza.
El conflicto en Ucrania está poniendo a prueba la administración de un presidente que trabaja sin descanso para restaurar la confianza en el liderazgo mundial de Estados Unidos tras la errática administración del presidente Trump.
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