El cariñoso gesto del papa Francisco con un niño que se le acerca en plena audiencia: "Este ha sido un valiente"

Ha sido en un discurso que pronunciaba el papa Francisco en el Vaticano cuando un pequeño e inesperado personaje ha eclipsado el protagonismo del pontífice. Un niño pequeño se ha acercado a Francisco, quien no ha dudado en conversar con él durante unos instantes, mientras le ha acariciado y le ha sonreído, alabando además su actitud al asegurar que "este ha sido un valiente y se queda tranquilo", después de que lograra saltar el perímetro para ir junto a él.

La audiencia, precisamente, trataba sobre el diálogo entre ancianos y jóvenes, al cual ha aludido el papa Francisco "para salvar a la familia". El pontífice, que cumplirá 86 años el próximo mes de diciembre, ha aparecido visiblemente afectado a la hora de caminar. Cabe destacar que, en sus últimas apariciones, Francisco ha aparecido en silla de ruedas, donde se le vio en silla de ruedas, ya que lleva varios meses con problemas de movilidad. También ha recibido en el Vaticano a la plantilla del CD Tenerife, que en este año 2022 ha cumplido su primer siglo de vida.

Francisco ha sido muy criticado en las últimas semanas por no mediar en la persecución que sufren los católicos en Nicaragua, donde el régimen de Daniel Ortega ha intensificado su represión hacia los disidentes, llegando a arrestar a un obispo que permanece en paradero desconocido. En la audiencia que se ha celebrado este miércoles, Francisco tampoco ha tenido palabras para esta situación, que en Nicaragua no está sentando nada bien.

Susto por el desmayo de un guardia

Uno de los sucesos que más ha asustado a los allí presentes ha sido el desmayo de un integrante de la Guardia Pontificia Suiza, la encargada de proteger la seguridad del pontífice. El guardia se ha desplomado repentinamente y ha requerido ayuda de los hombres cercanos al papa, que le han socorrido y le han llevado afuera de la sala. Según un portavoz del Vaticano, el guardia sufrió una bajada de tensión, lo cual le provocó el desmayo.

La Guardia Pontificia Suiza es un cuerpo de seguridad muy selecto, formado por 110 soldados, y que tiene una serie de requisitos imprescindibles. Los guardias deben ser obligatoriamente de nacionalidad suiza, deben tener entre 19 y 30 años, no estar casados ni comprometidos, ser creyentes católicos, medir 1,74 metros como mínimo y haber servido en las Fuerzas Armadas de Suiza, con un certificado que acredite su buen comportamiento. Este cuerpo militar empezó a operar en el año 1506, con Julio II como pontífice, y tras sendos acuerdos aprobados por sus predecesores, Sixto IV, Inocencio VIII y Alejandro VI.

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