La carrera por la Casa Blanca está más igualada que nunca

"Yo sí sé crear empleo", con estas palabras se dirige Roomney al electorado estadounidense en plena lucha por presidir Estados Unidos. Obama se centra en lo que llama 'justicia económica'.

"Al 98% no se le debería subir los impuestos pero sí a tipos como yo, el 2% que más se ha beneficiado en los últimos años", reconoce el propio Obama. Un mensaje que recalca los puntos fuertes de su candidatura: presentarse como el defensor de los más afectados por la crisis, aprovecharse que es justamente en los estados indecisos donde tiene mayor ventaja y que su índice de simpatía personal es mucho más alto que el de Roomney.

A favor del republicano: su experiencia de éxito en la empresa privada, el récord de financiación de campaña superior incluso al de Obama y la antipatía del electorado republicano hacia el presidente que garantiza su movilización en las urnas.

A la mayoría de norteamericanos le gusta Obama pero comprensiblemente le gusta más la cartera y eso explica que con una economía que crece poco, la carrera electoral esté empatada y a merced de lo que se presente. Los momentos claves serán las convenciones, los debates y los imprevistos que nunca faltan.