El viernes por la noche un grupo de hombres armados atacó un internado en el noroeste de Nigeria y unos 345 alumnos continúan en paradero desconocido, en lo que las autoridades temen que se convierta en un nuevo secuestro masivo a manos de bandas de criminales.
Hombres armados con rifles AK-47 dispararon al aire en las instalaciones de la Escuela Secundaria de Ciencias del Gobierno, en el norteño estado de Katsina, causando pánico y terror entre unos 800 alumnos, según la estimación de varios profesores.
Hasta el momento, poco más de 400 estudiantes han sido localizados, de acuerdo con autoridades locales. Según fuentes de seguridad, el sábado por la noche todavía faltaban 345 estudiantes, si bien algunos podrían seguir refugiados en zonas boscosas, en sus casas o haber regresado sin ser contabilizados a pueblos cercanos.
"Los alumnos estaban siendo (forzosamente) sacados de la escuela cuando llegaron tropas del Ejército nigeriano y comenzó un tiroteo. Esto hizo que algunos estudiantes lograran escapar mientras los bandidos se marchaban con otros. Fue un escenario muy perturbador", describieron hoy fuentes policiales al medio local ThePunch. Por su parte, el gobernador de Katsina, Aminu Bello Masari, anunció en una rueda de prensa en las inmediaciones del colegio, localizado en la ciudad de Kankara, el cierre temporal de todos los internados estatales, y pidió paciencia a los padres de los desaparecidos que se agolpaban en los alrededores.
"Queremos asegurarles que haremos todo lo posible para rescatar a los escolares", aseguró anoche en lengua hausa Masari,"mientras hablamos, los soldados se encuentran en el monte enfrentándose a los bandidos. Les ruego que tengan paciencia, rescataremos a los niños".
Según el gobernador, los supuestos autores de este ataque armado tendrían su base en la área boscosa Zango/Paula en Kankara, donde desde anoche estarían enfrentándose militarmente a las fuerzas nigerianas por tierra y aire. "La operación militar cuenta con el apoyo del cuerpo aéreo. El presidente (Muhammadu Buhari) ha pedido a los miembros de seguridad que los atacantes sean neutralizados y que ningún estudiante desaparezca o resulte herido", confirmó la Presidencia de Nigeria en un mensaje de condena a través de su cuenta de Twitter.
Más de 8.000 muertos
El noroeste de Nigeria padece un conflicto en el que están involucrados una miríada de milicias de pastores nómadas, grupos armados, criminales y yihadistas, en cuyos ataques han perecido más de 8.000 personas desde 2011, según datos del International Crisis Group (ICG), mientras que más de 200.000 han sido desplazadas, casi un tercio de ellas al vecino Níger.
En las redes sociales, algunos nigerianos ya han comenzado a utilizar la etiqueta #BringBackOurBoys ("traed de vuelta a nuestros chicos"), en una clara alusión a la campaña internacional "Traed de vuelta a nuestras chicas" empleada tras el secuestro en 2014 de 276 menores de un internado en Chibok -noreste de Nigeria- a manos de Boko Haram. A día de hoy, todavía se desconoce el paradero de al menos 112 de las chicas.
"Un sistema de seguridad incapaz de detener todo este sinsentido demuestra ser totalmente inútil e inadecuado", aseguró anoche en un comunicado la organización nigeriana Foro de Líderes del Cinturón Sur y Medio (SMBLF), que lamentó las similitudes de lo ocurrido en Katsina con el terror de Chibok.