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NO HAY MUERTOS NI HERIDOS GRAVES

Un centenar de réplicas de 6,5 grados de magnitud sacuden Nueva Zelanda

El archipiélago de Nueva Zelanda se ha visto sacudido, en las últimas horas, por más de 30 terremotos. El seísmo más potente ha alcanzado una magnitud de 6,5 grados de magnitud. Los movimientos de tierra han provocado importantes daños materiales, aunque no hay que lamentar muertos ni heridos graves.

Más de un centenar de réplicas han sacudido la capital de Nueva Zelanda, Wellington, tras el terremoto de 6,5 grados que sacudió la noche del domingo la ciudad sin causar muertos ni heridos graves. La réplica más fuerte que se sintió en el centro del país fue de 5,2 grados de magnitud, con el hipocentro localizado a 9 kilómetros de profundidad y a 25 kilómetros al este de la localidad de Seddon, según la organización gubernamental GeoNet.

La sismóloga Caroline Holden dijo a Radio New Zealand que GeoNet ha revisado a la baja las posibilidades de que se produzca otro terremoto de más de seis grados en las próximas 24 horas, cuya probabilidad es del diez por ciento. Mientras, las autoridades continúan evaluando los daños causados por el terremoto de anoche y han pedido a la ciudadanía que despeje el centro de Wellington, la zona más dañada.

Se han desplomado paredes y techos de los edificios cercanos

El seísmo causó heridas leves a cuatro personas y provocó el hundimiento de un bloque de unos 15 metros de ancho de la terminal de contenedores en la bahía de Wellington. "Es todo un pedazo de dique marino, y la mitad de la carretera y los refugios para pesca recreativa que había ahí han desaparecido, no queda nada", dijo el capitán de puertos, Mike Price al New Zealand Herald.

Paredes y techos de edificios en los alrededores de la ciudad se desplomaron por el terremoto, que causó el corte temporal de la electricidad en 3.500 viviendas, el cierre momentáneo del aeropuerto de Wellington y la suspensión del servicio ferroviario. El seísmo ocurrió tras un aumento de la actividad sísmica registrado en los últimos días en la región de la capital neozelandesa, que el viernes fue sacudida durante 30 segundos por un terremoto de 5,7 grados.

El primer ministro, John Key, dijo tras visitar la zona afectada que el Gobierno hará todos los esfuerzos para que los damnificados reciban el apoyo necesario, aunque consideró que los daños no son tan fuertes como los que dejaron los terremotos de Christchurch. En febrero de 2012, un terremoto de 6,3 grados causó cerca de 170 víctimas mortales en Christchurch, una de las peores catástrofes naturales ocurridas en el país.

El terremoto se ha sentido a cientos de kilómetros de Wellington y se produce después de varios días de intensa actividad sísmica. Nueva Zelanda se asienta en la falla entre las placas tectónicas del Pacífico y Oceanía, y registra cerca de 14.000 movimientos telúricos cada año, de los que entre 100 y 150 tienen la suficiente potencia como para ser percibidos por los seres humanos.

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