El jefe del Ejército tailandés, el general Prayuth Chan-ocha, se ha autoproclamado primer ministro provisional del país, después de que los militares tomaran el poder este jueves en un golpe de Estado.
El Consejo Nacional para la Paz y el Orden (CNPO), el nombre oficial de la junta militar que lidera Prayuth, informó en un comunicado que el general asumirá las funciones administrativas del cargo hasta que se encuentre un nuevo candidato definitivo. "Puesto que las leyes estipulan que el primer ministro autoriza acciones bajo la ley, el líder del CNPO o los individuos que éste designe asumirán por el momento la autoridad", dijo el comunicado según el diario "Bangkok Post".
Prayuth, quien hace tres días declaró la ley marcial en el país, asumió todo el poder después de considerar fallidos los intentos de que el Ejecutivo interino y los antigubernamentales alcanzasen un acuerdo. En las 16 horas siguientes al golpe, la junta militar ha emitido dos órdenes y 19 anuncios a través de las radios y televisiones que, el resto del tiempo solo ofrecen música patriótica y boletines informativos del Canal 5, propiedad del Ejército.
La exprimera ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra, destituida hace dos semanas por los tribunales, compareció en una base militar en Bangkok donde había sido citada por la junta. Yingluck llegó a las instalaciones donde también han sido requeridos más de un centenar de personas, entre ellas miembros de su clan familiar y partido político, y líderes de los manifestantes
El Consejo Nacional para la Paz y el Orden, el nombre oficial de la junta militar, decretó el toque de queda, prohibió las reuniones públicas, suspendió la Constitución y amplió la censura a los medios de comunicación para incluir los extranjeros.
También ha instado a los altos funcionarios a asumir las funciones de los ministros depuestos y ha decretado el cierre de todos los colegios hasta el domingo.
El golpe militar pone fin a ocho meses de manifestaciones antigubernamentales que han causado 28 muertos y más de 800 heridos. Este es el duodécimo golpe de Estado que perpetran los militares en Tailandia desde la caída de la monarquía absolutista, en 1932, además de siete intentonas.