Bajo un cielo azul impoluto y un sol radiante, 12.000 soldados chinos y extranjeros han marchado esta mañana por la principal avenida de Pekín, Chang An, en un desfile militar sin precedentes para conmemorar la victoria frente a Japón en la II Guerra Mundial y en el que China ha desvelado nuevo armamento.
Un total de 27 formaciones del Ejército Popular de Liberación (ELP) junto a diez formaciones de helicópteros y aviones participan en el evento, que dio comienzo esta mañana tras un discurso del presidente chino, Xi Jinping, y su revista a las tropas.
Un discurso en el que el presidente ha anunciado que China reducirá el número de sus tropas (unos 2,3 millones actualmente) en 300.000 militares: "Nosotros, los chinos, amamos la paz. No importa lo fuertes que nos convirtamos, nunca buscaremos hegemonía o expansión", ha justificado Xi Jinping.
Los miles de invitados ubicados a ambos lados de la avenida Chang An, que cruza Tiananmen en el centro de la capital, han presenciado también el desfile de tanques y de nuevo armamento como misiles, lo más esperado del evento, de 70 minutos de duración.
Veteranos de guerra, con una media de edad de 90 años, encabezaron la marcha en distintos vehículos, desde donde saludaron a los líderes chinos, que presencian el desfile desde la puerta de Tiananmen junto a figuras extranjeras como el presidente ruso Vladímir Putin, el venezolano Nicolás Maduro o la surcoreana Park Geun-hye.
Presencia de líderes internacionales
En el evento castrense, el primero que celebra China con motivo de la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial, participan también unas mil tropas de 17 naciones, de Rusia, Afganistán, Egipto, México, Cuba o Venezuela, entre otras.
Quien no ha estado presente en esta gran puesta en escena ha sido el líder de Corea del Norte. Según fuentes del país comunista, Kim Jong-un ha reshusado participar en el desfile debido a que China le negó un trato prefentes sobre otros dirigentes.
