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ARQUITECTURA URBANA CHINA ESTRAFALARIA
China innova con la construcción de estadios, templos y chalets ilegales en las azoteas de las viviendas
Los propietarios edifican arquitectura urbana por su cuenta y sin permisos, para coronar de forma original y creativa rascacielos y urbanizaciones.
El descubrimiento de una villa, con montaña incluida, erigida en lo alto de un rascacielos de Pekín ha desvelado un mundo, el de las construcciones en las azoteas de China, que se antoja inagotable: después se han hallado templos, estadios y hasta chalets en lo alto de numerosos edificios del país.
La arquitectura urbana china siempre ha sido amiga de lo estrafalario, pero hasta ahora pocos habían prestado atención a lo que algunos propietarios han edificado, muchos de ellos por su cuenta y sin permisos, para coronar de forma original y creativa rascacielos y urbanizaciones. Con la aparición de la villa pequinesa del acupuntor Zhang Biqing sobre un rascacielos de 26 pisos, que pese a su éxito mediático se desmantela por orden municipal, ciudadanos chinos y medios de comunicación han estirado el cuello para ver lo que hay en los áticos y han descubierto otras extravagancias.
Esta semana, por ejemplo, se ha encontrado en Shenzhen, ciudad del sur de China vecina a Hong Kong, un templo en lo alto de otro bloque de viviendas. Según informó el diario 'South China Morning Post', el templo fue descubierto primero por fotógrafos aficionados que mostraron imágenes de la estructura en la red de microblogs Sina Weibo, y tras ello periodistas locales visitaron el inmueble para corroborar que, en efecto, hay un edificio religioso allá arriba.
El templo, construido por uno de los propietarios y algo oculto por los arbustos del borde de la azotea, se encuentra en la terraza de uno de los edificios del complejo residencial Meijia Square de Shenzhen. Los vecinos no estaban seguros de lo que era, pero sospechaban desde que vieron varias veces caer de lo alto del edificio billetes falsos, comúnmente utilizados en las ofrendas chinas a los muertos por la creencia de que, si queman ese dinero de imitación, los parientes fallecidos serán ricos en el otro mundo.
La villa de montaña de Pekín y el templo de Shenzhen son algunos de los casos más destacados de construcciones peculiares en altura, pero no los únicos, y el diario "China Daily" descubrió en un reciente reportaje fotográfico otras azoteas que esconden tesoros arquitectónicos.
En la provincia de Jiangsu, por ejemplo, se ha encontrado en lo alto de un anodino bloque de pisos una casa construida al modo tradicional chino, con sus paredes blancas y sus techos curvados, aunque visible sólo desde un avión, helicóptero o a través de Google Maps, porque los muros de la azotea lo tapan por completo.
Y en la ciudad de Hengyang, de la provincia central de Hunan, han rizado el rizo al erigir, en lo alto de un centro comercial, no ya una villa, sino toda una urbanización de 25 chalets, que también van a ser demolidos después de descubrirse su existencia. A veces, lo que esconden las azoteas chinas son instalaciones deportivas, caso de un instituto de Putian (sureste) que en lo alto alberga nada menos que una pista de atletismo, o un almacén en la cercana ciudad de Nanning donde hay un campo de fútbol con un bien cuidado césped.
Por otro lado, en Xian, la antigua capital de China (centro del país), un propietario decidió contar con su Big Ben particular y construir por su cuenta una torre con reloj carillón. En la mayor parte de los casos se trata de estructuras construidas por vecinos aficionados a la albañilería pero sin los permisos pertinentes.
Visto lo visto, ahora que China construye en la casi desconocida ciudad de Changsha el que promete ser el rascacielos más alto del mundo (838 metros), no sería extraño que, una vez terminado -dicen que en sólo nueve meses- el vecino del ático decida coronarlo, por ejemplo, con una cabaña, una imitación de la Torre de Pisa o una pirámide azteca.
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