El director de la CIA, Leon Panetta, ha admitido este martes que no informaron a Pakistán de la misión para matar al líder del Al Qaeda, Usama Bin Laden, porque "podría haber arriesgado la misión", ya que "podrían haber alertado a los objetivos" del operativo, desarrollado en la localidad de Abbotabad, al norte de Islamabad.
En una entrevista a la revista norteamericana 'Time', Panetta, nominado por la Casa Blanca para ser el próximo secretario de Defensa, ha informado de que antes de ordenar el viernes al Mando de Operaciones Especiales Conjuntas iniciar el operativo, la CIA había discutido durante meses la forma de llevarlo a cabo.
Así, Estados Unidos valoró sumar a otros países a esta operación, en particular a Pakistán, pero posteriormente lo descartó al entender que "cualquier esfuerzo" de colaboración con Islamabad "podría poner en riesgo la misión". "Podrían alertar a los objetivos", ha asegurado Panetta.
También se discutió la forma de atacar el complejo residencial donde se ocultaba Bin Laden, de tal forma que se barajó realizar un "disparo directo" desde aviones B-2 o bombardear la vivienda con misiles de crucero. Panetta ha dicho que se descartaron estas opciones porque habrían causado "daños colaterales", aunque la opción del "tiro directo" no se habría descartado hasta el pasado jueves.
Panetta reunió el martes de la semana pasada a 15 de sus asesores para discutir la credibilidad de la información de Inteligencia con la que contaban. Pese a que no habían logrado ninguna imagen por satélite de Bin Laden o miembros de su familia, existían "evidencias circunstanciales" que confirmaban que el líder terrorista estaba oculto en esta vivienda, como el hecho de que sus residentes quemasen la basura o las extraordinarias medidas de seguridad con las que contaba la casa.
El equipo de Inteligencia planteó varias dudas sobre el operativo, entre otras qué pasaba si una vez que se iniciase el operativo "los paquistaníes aparecen y comienzan a disparar". "¿Cómo te enfrentas a eso para salir de allí?", ha citado Panetta, en alusión a una de esas dudas, que cuestionaba la actuación en solitario de Estados Unidos.
Las dudas eran tales que los asesores sólo estaban seguros entre el 60 y el 80 por ciento de la presencia de Bin Laden en la mansión de Abbottabad, aunque terminó primando la opinión del presidente, Barack Obama, convencido de este punto.
Operación Gerónimo
Panetta ha admitido que desde la batalla de Tora Bora en 2001, cuando se vio a Bin Laden por última vez, esta era la ocasión en la que existían más evidencias que apuntaban a la presencia en un punto concreto del líder miliciano.
"Quedó claro que teníamos la obligación de actuar", ha asegurado el responsable de la CIA, que no consideró necesario esperar hasta obtener más pruebas: "Estábamos probablemente en un punto donde teníamos la mayor información de Inteligencia que podíamos tener".
Finalmente, Obama autorizó la misión el viernes a través de una carta escrita y, acto seguido, Panetta transmitió la orden a William H. McRaven, comandante del Mando de Operaciones Especiales Conjuntas. La misión consistía en "ir ahí para coger a Bin Laden y, si no estaba, salir rápido de allí".
La noche del domingo, momento del operativo según el horario de Estados Unidos, oficiales de la CIA siguieron la misión en una habitación sin ventanas de un centro en Langley.
En primer lugar McRaven confirmó la muerte de 'Gerónimo', el nombre en clave dado al objetivo. "Soltamos todo el aire que estábamos conteniendo", ha explicado Panetta; y cuando los helicópteros estadounidenses abandonaron el complejo de Abbottabad 15 minutos después de ese mensaje, la sala donde se encontraban Panetta y sus asesores rompió en un aplauso.
El operativo ha permitido, además, incautar una gran cantidad de material, incluidos ordenadores y material electrónico, según el director de la CIA.