Los civiles siguen saliendo del último reducto del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en el este de Siria, la localidad de Al Baguz, de donde fueron evacuadas este martes 3.000 personas, y lo hacen empujados por las órdenes de los líderes radicales y por la falta de comida en la zona, aseguró una fuente militar.
Un comandante del Consejo Militar de Manbech, Abu Mustafa Manbah, aseguró a Efe que las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), que rodean la última localidad con presencia del EI en el extremo oriental de Siria, sólo conocen la situación en el interior de Al Baguz a través de los relatos de los evacuados.
Manbah, cuyo organismo está compuesto por efectivos de las FSD, destacó que no disponen de "cifras reales" sobre cuántos civiles y combatientes permanecen atrincherados en Al Baguz, en una área limitada que aún está controlada por el EI en la orilla oriental del río Éufrates.
Según los civiles que abandonaron esa población, todavía hay "miles" de personas en Al Baguz, entre civiles, combatientes y sus familiares. El comandante agregó que los que salen de la localidad y se entregan a las FSD en sus afueras siguen "las órdenes de los líderes del EI, después de que se haya intensificado el cerco sobre Al Baguz, y debido a la falta de comida". Agregó que los líderes yihadistas "quieren que salgan los civiles para mandar con ellos a sus parientes" y salvarles así de una ofensiva militar, que las FSD se disponen a lanzar sobre Al Baguz tras la evacuación de todos los civiles.
Por su parte, el portavoz de las FSD, alianza integrada principalmente por milicias kurdas, Mustafa Bali, dijo a Efe que "el proceso de evacuación continuará hasta la salida del último civil". Asimismo, confirmó la salida hoy de 3.000 personas en unos 45 camiones, que transportan a los evacuados a los puntos de inspección de las FSD, donde los sospechosos de ser miembros del EI son separados de los civiles, y las mujeres y niños, de los hombres.
Esta semana han sido evacuadas un total de 10.000 personas de Al Baguz, un número superior al que se preveía, ya que el área que controla el EI es de menos de un kilómetro cuadrado. Este es el último territorio habitado que queda en manos del EI, después de que el grupo llegara a controlar amplias regiones de Siria y de Irak en 2014, cuando proclamó su "califato" en estos países.