La valla que han instalado las autoridades húngaras puede frenar la entrada de refugiados momentaneamente, pero no contener la oleada que, igual que hace un río, han buscado otro cauce natural. Cuando desde Serbia, llegan hasta esa frontera húngara tienen dos opciones: atravesar Croacia hacia Eslovenia para entrar en Austria, (una ruta mucho más larga).
Otra opción para ahorrar kilómetros es desviarse hacia Rumanía y persistir en ese intento de entrar a través de Hungría, pero el país va extender su valla, hasta cubrir la frontera completamente. No son estos los únicos obstáculos, porque aún dentro del espacio Schengen, hay controles en las fronteras de Alemania, Austria y Eslovaquia. Y otros países por los que pasan los refugiados en su ruta hacia el norte, como Macedonia o Bulgaria, están aplicando medidas de control contra esos refugiados que piden a gritos llegar a Europa.