Las claves de la persecución a Julian Assange: cómo el creador de Wikileaks puso en jaque a EE. UU.

Nunca la inteligencia estadounidense se había enfrentado a una crisis de tal magnitud. La filtración, el 28 de noviembre de 2010, de más de 250.000 cables diplomáticos ponía en evidencia la imagen pública del Gobierno norteamericano, desde conspiraciones geopolíticas hasta la presión que sometían a sus aliados para que no investigasen a fondo informaciones que pudiera perjudicar a EEUU, cómo se dio en el caso del asesinato del periodista José Couso en Irak. Wikileaks es la web que mostró al mundo todos estos documentos y, su fundador, Julian Assange, quien orquestó junto a sus colaboradores la recopilación de datos.

Durante el año 2010, Wikileaks filtró más de medio millón de archivos: 400.000 sobre la guerra de Irak, los 250.000 cables diplomáticos, 90.000 sobre la guerra de Afganistán y 800 sobre las violaciones contra los Derechos Humanos que se cometían en la prisión de Guantánamo (Cuba).

Julian Assange asume el riesgo

Julian Assange era consciente del riesgo que suponía publicar información tan delicada, no se equivocaba. Estados Unidos comenzó a preparar en secreto la extradición del periodista para juzgarlo en territorio americano. Ante este peligro, Assange, quien residía en Londres por aquel entonces, solicitó a la embajada de Ecuador el asilo político.

El Gobierno de Rafael Correa le concedió la estancia, lo que permitió a Julian Assange continuar sus operaciones como líder de Wikileaks. Pero el estilo de vida tan extravagante del hacker, en el cual realizaba conferencias desde el balcón de la embajada y recibía visitas inusuales como la de la actriz Pamela Anderson, acabó mellando en su relación con el Gobierno ecuatoriano.

La llegada al poder de Lenín Moreno a la administración en 2017 fue el inicio del fin de su estancia, que culminaría el 11 de abril 2019, cuando Ecuador permitió la entrada de la policía británica para la detención de Julian Assange, quien fue encerrado en una prisión de máxima seguridad.

Difícil futuro y acuerdo con el Gobierno de Biden

La situación era desoladora para Assange, parecía que estaba abocado a enfrentar una pena de cárcel de 175 años. Cuando el viaje a EEUU parecía inevitable, en marzo de este año, el Tribunal Superior de Londres le permitió apelar contra la solicitud de extradición emitida en 2022, abriendo una última ventana de esperanza para el activista. Es entonces cuando Julian Assange y el Gobierno de Biden llegan a un acuerdo, debe declararse culpable de haber violado la Ley de Espionaje de Washington, una condena de cinco años que se le computaría con los que pasó en la prisión de Belmarsh en Inglaterra, permitiéndole volver a su país de origen, Australia. Dando así el punto final de la odisea de Julian Assange.

El 1 de octubre, Julian Assange comparece en Europa por primera vez como hombre libre, donde declaró: “Soy libre por haberme declarado culpable por hacer periodismo’’. En esa intervención, el Consejo Europeo votó a favor de considerarle como preso político, además de solicitar a Estados Unidos que reformara su ley de Espionaje para que así no se pueda utilizar contra periodistas y denunciantes.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com

Una inundación de agua caliente por la rotura de una tubería deja a gente con quemaduras en Rusia: "Esto es un apocalipsis"