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EL ESTAFADOR ESTÁ SIENDO INVESTIGADO
La clínica veterinaria callejera que corta las cuerdas vocales de los perros ruidosos en China
El supuesto veterinario realizaba las intervenciones en un puesto de un mercado en Sichuan. Para ello empleaba unas tijeras para quitar la cuerdas vocales y les sujetaba la mandíbula con unas cuerdas. Los clientes solicitaban su servicio al haber recibido quejas de sus vecinos porque sus perros eran demasiado ruidosos.
Un hombre está siendo investigado por dirigir una clínica veterinaria callejera en la que cortaba las cuerdas vocales de los perros por una tarifa, según comunicaron las autoridades locales y recoge el medio asiático ‘Shanghaidaily’.
Los medios locales de Chengdu, capital de la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, publicaron un vídeo en el que se puede ver a un hombre empleando unas tijeras para quitar las cuerdas vocales de los perros, que al parecer son anestesiados previamente. Mientras, unas cuerdas sujetan la mandíbula para mantenerla abierta.
Según el medio, el supuesto veterinario llevaba a cabo estos procedimientos en tan solo cinco minutos en una mesa, en plena calle. En el informe denuncian que el hombre no parecía que lavara los instrumentos con los que realizaba la operación. Así, la intervención que realizaba es un procedimiento quirúrgico que se utiliza para reducir el tejido de las cuerdas vocales de los perros y suavizar su corteza, pero no eliminarlas. La oficina forestal local dijo en unas declaraciones que el hombre, apodado Zeng, no tenía licencia para operar con animales. Sin embargo, aseguró que había aprendido las habilidades en una tienda de mascotas.
Los clientes que fueron entrevistados por el medio asiático, dijeron que acudían al puesto porque sus perros eran demasiado ruidosos y sus vecinos se habían quejado. Por ello preferían someterlos a esta intervención que abandonarlos.
Por el momento, su negocio ha sido cerrado y el presunto estafador está siendo investigado. Zeng cobraba entre 50 y 80 yuans, unos 8 y 12 dólares, precio que variaba en función del tamaño del perro.
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