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LA ANTERIOR FUE DESTRUIDA
Coca-Cola construirá una fábrica en medio de la Franja de Gaza
La construcción se demorará tres años, y comenzará esta misma semana. El paisaje que la rodea está completamente destrozado.
La compañía Coca-Cola construirá en los próximos tres años una nueva planta en la Franja de Gaza, en medio de la destrucción circundante tras el último conflicto bélico con Israel concluido hace cuatro meses, informó un organismo oficial israelí.
El lunes nueve camiones cargados con materiales como líneas de montaje, partieron de Jordania y atravesaron Israel antes de adentrarse en la Franja de Gaza a través del paso industrial de Kerem Shalom, controlado por el Ejército israelí.
La construcción de la factoría está previsto que se prolongue tres años y su coste asciende a 20 millones de dólares, según el Coordinador de las Actividades del Gobierno (israelí) en los Territorios palestinos, organismo dependiente del Ministerio de Defensa y que dio luz verde al proyecto a principios de año.
Según fuentes gazatíes, la fábrica se construirá sobre una similar de la misma compañía erigida a finales de los noventa en un polígono industrial de Karni, este de la capital de Gaza, que fue reducida a escombros en sucesivas ofensivas israelíes.
Los propietarios de la compañía son dos acaudalados palestinos de la ciudad cisjordana de Nablus, Munib al Masri y el empresario palestino-norteamericano Zahi Khouri, a cargo de la franquicia de Coca-Cola en la Autoridad Nacional Palestina (ANP), precisa hoy el diario "Haaretz".
Se espera que en la construcción de la planta participen 120 peones gazatíes, y una vez concluida, la factoría podría emplear directa o indirectamente a alrededor de un millar de palestinos.
Su producción tendrá como destino exclusivamente la Franja mediterránea y romperá el monopolio que hasta la fecha ostenta la marca competidora Pepsi-Cola.
Conforme a datos de la Federación Palestina de Industrias, el último conflicto con Israel dañó 419 empresas y comercios, de los cuales 128 quedaron completamente destruidos, en un territorio donde el desempleo alcanza el 45% de la población.
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