Los rebeldes han bautizado la operación como "El volcán de Damasco, los terremotos de Siria". La oposición intenta tomar posiciones en el centro de la capital, testigos de sus avances; sus cámaras. Una lucha, calle por calle, hasta llegar cerca del Parlamento, a pesar de los bombardeos indiscriminados del régimen, que responsabiliza a un grupo terrorista de los ataques.
La oposición asegura controlar dos barrios del este y sur de la ciudad. Zonas semi vacías, de tiendas cerradas y población aterrorizada. Civiles que corren buscando refugio. Hasta mediodía los enfrentamientos se han cobrado una veintena de muertos. Los rebeldes han dado hoy un ultimatum a los militares sin crímenes; o desertan o actuarán contra ellos. Esta noche otro general ha huido del país.
Con él son ya 18 los altos cargos del ejército en abandonar a Bassar al Assad. Bajas como el ex embajador sirio en Irak. El diplomático cree que Assad podría utilizar armas químicas, si se siente acorralado. Nawaf Fares está convencido de que ya las habría usado contra la población de Homs, donde en las últimas horas el Ejecutivo ha endurecido los bombardeos.
En medio del caos el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Koffi Annan se ha entrevistado este mediodía con el presidente ruso, Vladímir Putin. Annan intenta relajar las férreas posiciones del tradicional aliado sirio, para que permita una resolución de condena en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El lunes pasado, Rusia impidió junto a China, la condena del régimen de Damasco.
La guerra comenzó en marzo del 2011. Dieciséis meses después, el conflicto, que ya ha causado más de 16.000 muertos, más de 100.000 refugiados y sigue sin visos de solución.
