Comienza la carrera para ser el próximo secretario general de la OTAN

Hace un año, Jens Stoltenberg se estaba preparando para finalizar su mandato como secretario general de la OTAN y regresar a Noruega para convertirse en el gobernador de su banco central. Era el "mejor" hombre para el trabajo, dijo el ministro de Finanzas de Noruega a principios de febrero del año pasado. Pero solo unas semanas después, Rusia invadió Ucrania. Stoltenberg obtuvo rápidamente una extensión como secretario general y se convirtió en el rostro de la respuesta coordinada de Europa ante la agresión del presidente ruso, Vladimir Putin.

Sin embargo, esa extensión de un año caduca este otoño, y ya han comenzado las especulaciones sobre quién le sustituirá. En la alianza de 30 miembros, hay casi la mitad de nombres dando vueltas. Las decisiones de la OTAN se basan en el consenso, pero las cuatro principales economías (Estados Unidos, Alemania, Francia y el Reino Unido) ejercen una influencia desmesurada, incluso si no siempre reclaman la codiciada posición para sí mismos.

La quiniela de los posibles sucesores

Entre los nombres más comentados se encuentra Kaja Kallas, primera ministra de Estonia, una de los halcones en lo referente a Rusia y de los apoyos más estrechos de Kiev. Otro nombre es el de Ingrida Simonyte, actual primera ministra de Lituania, otro país cercano a Ucrania. Y también está en las quinielas Chrystia Freeland, viceprimera ministra y ministra de Finanzas de Canadá, quien, según un informe del New York Times, cuenta con el respaldo de Washington.

Algunos observadores de la OTAN han sugerido que la distancia geográfica podría ser un activo diplomático y por eso apuntan al lejano Canadá como posible candidato. Otros dicen que el líder debería ser de la Unión Europea, que tiene 21 miembros de los 30 de la OTAN. Italia, un estado fronterizo en el Mediterráneo y, a menudo, el primer punto de entrada para los inmigrantes de las naciones más pobres, es visto como un fuerte candidato.

Estados Unidos generalmente se abstiene de la carrera por el liderazgo político de la OTAN porque tradicionalmente ha ocupado uno de los principales puestos militares en la alianza, el comandante supremo de Europa, es tradicionalmente un general estadounidense. Pero a quién respalda Estados Unidos suele tener más posibilidades en la decisión final.

La fecha de la decisión

También se plantea la posibilidad de volver a renovar a Stoltenberg hasta la primavera de 2024, momento en el que se cumplirían dos años de guerra. Pero fuentes aliadas apuntan que ambas decisiones, la de renovar a Stoltenberg y la de elegir a un sucesor, podrían ocurrir al mismo tiempo, durante la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN que se celebra el 11 y 12 de julio en Vilna (Lituania).

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