El primer ministro turco, Erdogan, ha manifestado la calma con la que se está desarrolando la jornada de votaciones de las elecciones presidenciales, tras votar en Ankara. Además ha considerado importante que "la participación sea alta".
Unos 53 millones de personas votan durante este domingo por primera vez en las urnas a su presidente. Tres candidatos, entre ellos el actual primer ministro del país, Recep Tayip Erdogan, comparecen a unos comicios que, en términos generales, cuentan con la aprobación de los observadores internacionales quienes sin embargo han criticado ciertos vacíos legales y problemas organizativos, así como el menor espacio en los medios de comunicación públicos durante las campañas.
Junto a Erdogan comparecen el expresidente de la Organización para la Cooperación Islámica, Ekmeleddin Ihsanoglu (en representación del Partido Popular Republicano y el Partido Movimiento Nacionalista) y Selahattin Demirtas, candidato kurdo que simboliza el progreso en las relaciones entre Ankara y los separatistas tras las conversaciones de paz que han puesto fin a décadas de conflicto armado.
Erdogan, sin embargo, parte como máximo favorito con un 55 por ciento de intención de voto, suficiente como para garantizarle la victoria en primera vuelta, frente al 20 por ciento de Ihsanoglu y 10 por ciento de Demirtas. Si el primer ministro no alcanzara el 50 por ciento, se celebraría una segunda ronda el 24 de agosto, cuatro días antes de que el actual jefe del Estado, Abdulá Gul, deje su cargo.
La votación ha comenzado a las 08.00 de la mañana (las 07.00 en España) y terminará a las 17.00 (una hora menos en la España peninsular).
Críticas desde la OSCE
La misión de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) ha lamentado ciertos problemas sobre el marco legal de los comicios. Por ejemplo, el hecho de que aunque la campaña arrancó el 11 de julio, la Junta Suprema Electoral no aplicó las garantías necesarias para proteger la igualdad de oportunidades entre los candidatos hasta el 31 de julio. Además, la OSCE se ha preguntado por qué se han impreso 73 millones de papeletas para 53 millones de votantes.
La Junta Suprema Electoral ha rechazado el informe, que "parece tener la intención de manipular la opinión pública". "La Junta", hizo saber en un comunicado recogido por el diario 'Hurriyet', "no está imprimiendo papeletas arbitrariamente y todas las provisiones legales están perfectamente claras".