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Protestas de Sri lanka

Cómo han conseguido los manifestantes de Sri Lanka acabar con su primer ministro y su presidente

La dimisión de Gotabaya Rajapaksa, presidente de Sri Lanka, y Ranil Wickremesinghe, primer ministro del país, crean un escenario de incertidumbre en medio de una crisis social y económica que ahoga a la población.

Las protestas de Sri Lanka han dado lugar a unas dimisiones que prometen cambiar el rumbo del país. Con la huida del presidenteGotabaya Rajapaksa y la dimisión del primer ministro Ranil Wickremesinghe, el país sufre un vacío de poder mientras vive la peor crisis económica de su historia reciente.

Los manifestantes han tomado el palacio presidencial y se han negado a dejarlo hasta que la renuncia de Rajapakasa se haga efectiva. El presidente huyó de la residencia el pasado sábado y anunció su dimisión para esta semana.

Mientras tanto, en el palacio de Colombo la gente permanece y hace uso de las instalaciones de la residencia presidencial, como se puede ver en el vídeo de la parte superior.

Situación de crisis insostenible

Las protestas llevan ya meses en la calle a raíz de la situación de crisis actual, que esta arrastrando al país a una debacle financiera y social. Sri Lanka ha perdido sus reservas de monedas extranjeras como el dólar o el euro que usan para pagar sus importaciones.

Por lo tanto, el acceso a comida, medicinas y combustibles se está restringiendo, lo que ha provocado una gran subida de los precios que el Gobierno ha sido incapaz de contener. La situación ha llegado a tanto que, por primera vez en su historia, se ha incumplido el pago de su deuda exterior.

El Gobierno ha atribuido la crisis a la situación de pandemia que afectó a la industria turística del país, siendo esta una de sus principales fuentes de ingresos de divisas. También responsabilizaron a los atentados a iglesias en 2019, haciendo que los turistas tengan miedo a viajar.

Sin embargo, la población critica las malas decisiones fiscales del Gobierno. Desde 2009, el país ha priorizado las importaciones, generando una situación de déficit a nivel nacional. En la actualidad las cifras de importaciones superan por 3.000 millones dólares a las exportaciones, según los datos de la BBC, lo que ha provocado que desde el Gobierno se anunciara quedarse sin divisa extranjera.

El descontento de la población viene de esa incapacidad del Gobierno para controlar las finanzas de la nación, acumulando grandes deudas a países como China, para financiar lo que sus críticos definen como "proyectos de infraestructura innecesarios".