Condenan a una policía a pagar 11,5 millones de euros al detener a una mujer creyendo que conducía borracha cuando le estaba dando un derrame cerebral

Un jurado del condado de Essex, en Nueva Jersey, ha ordenado a la Policía Estatal de Nueva Jersey pagar 11,5 millones de dólares a una mujer que sufrió un derrame cerebral y cuya condición fue malinterpretada como embriaguez por una policía.

Según informa el diario New York Post, la negligencia de la agente retrasó la atención médica de la mujer, de 56 años de edad, causándole daños irreversibles, incluyendo una discapacidad permanente que afecta su capacidad para comunicarse y comprender el lenguaje.

El incidente ocurrió en octubre de 2017, cuando Rhines, residente de Jersey City, comenzó a sentirse mal mientras conducía hacia su trabajo y detuvo su vehículo en una autopista.

La oficial, al llegar al lugar, interpretó su dificultad para hablar y mantenerse en pie con signos de intoxicación, ignorando síntomas evidentes de un derrame cerebral y en vez de trasladarla a un hospital, registró el vehículo de la mujer y la llevó a la estación de policía en Somerville, engrilletada y sin recibir asistencia médica.

Según el abogado de la víctima, Dennis M. Donnelly, esta decisión retrasó el tratamiento por más de dos horas y media, un tiempo crítico en el manejo de un derrame cerebral.

Una vez en la estación, un sargento notó que Rhines se encontraba en grave peligro médico y llamó a los servicios de emergencia y sin embargo, después de confirmar que la mujer necesitaba atención urgente, los agentes la mantuvieron esposada en el suelo, prolongando aún más el retraso en la asistencia médica.

Finalmente, la mujer fue trasladada a un hospital, donde permaneció internada por casi dos semanas y luego pasó un mes en un centro de rehabilitación. A pesar de los esfuerzos médicos, el daño cerebral causado por la demora en la atención resultó irreversible, dejándola incapacitada para trabajar y vivir de manera independiente.

La víctima que trabajaba como planificadora de eventos, depende ahora de cuidados diarios debido a las secuelas del derrame cerebral.

Juicio

El juicio, que concluyó el pasado 29 de enero, determinó que la actuación de la policía contribuyó en un 60% a las secuelas médicas de la mujer. Inicialmente, el jurado concedió una indemnización de 19,1 millones de dólares, pero la cantidad fue ajustada a 11,5 millones tras considerar que el derrame también influyó en la condición de la víctima. Además, reveló fallos graves en los protocolos de actuación de la policía estatal y el deterioro de su salud, que ha transformado completamente su vida y haciéndola totalmente dependiente de su madre.

Sin embargo, el juez Thomas Vena ajustó la cifra final a 11,5 millones, considerando que el derrame cerebral en sí mismo también contribuyó al deterioro de la salud de la víctima.

Según New Jersey Post, el caso pasó por un proceso de mediación antes del juicio, pero el estado se negó a ofrecer más de un millón de dólares, cifra que ya había sido superada por los gastos médicos de Rhines. Para Donnelly, este caso pone en evidencia una cultura policial militarizada, donde los agentes tienden a tratar a los ciudadanos como potenciales amenazas en lugar de como personas que requieren asistencia. "Trataron a esta mujer como si fuera una criminal cuando estaba completamente indefensa", declaró el abogado.

El caso de Rhines expone la necesidad de revisar los protocolos policiales para evitar errores que pongan en riesgo la vida de los ciudadanos. Organizaciones de derechos civiles han instado a las autoridades de Nueva Jersey a reforzar la capacitación en emergencias médicas y a establecer consecuencias claras para los agentes que cometan negligencias de este tipo.

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